Otra vez a vueltas con los espigones

Su posición no fue siempre la misma, pues hace exactamente cuatro años firmó a favor de retirarlos. Fue en el preciso momento en el que se comprometió a aceptar los puntos del programa electoral de Ciudadanos que los naranjas le imponían como condición para investirle alcaldesa. «Lo que no se entiende es que uno tenga una posición en una fecha y otra posición en otra», aclara Javier Ceruti. «Si tan escandaloso le parecía entonces, nadie le obligó a firmarlo, pero quería ser alcaldesa y lo firmó, y ahora dice todo lo contrario», critica.

El concejal de Ciudadanos insiste en que su idea sobre las escolleras fue siempre la misma. «Estamos a favor de eliminarlas y de mantener las playas tal y como se hacía antes, con rellenos. No hay ningún problema con el movimiento de arena porque hay otros muchos puertos del norte de España donde se está haciendo cada año».

En medio de esa batalla política, Emilio del Valle, candidato de Vox a la Alcaldía, lo tiene claro: «Lo que hay que hacer es huir de guerras y hacer lo que dicta la lógica, que es terminar la construcción del segundo espigón porque lo ha diseñado el Instituto de Hidráulica (IH), que es el que sabe de estos temas, no los demás».

Pero el debate no se circunscribe sólo a 'espigones sí, espigones no', porque hay quien baraja mantener las playas con las escolleras, pero no con el tipo de construcción que se ha levantado en La Magdalena. «Se ha optado por un diseño que no es de aguas interiores», defiende Felipe Piña, la gran apuesta del PRC para asaltar el Gobierno de la capital. «El espigón es la solución, pero no ese espigón, que no es transitable y que tiene un impacto paisajístico tremendo».

Es una tesis parecida a la defendida por el candidato del PSOE, Daniel Fernández: «Nosotros no cuestionamos la solución, sino la ejecución. Ese espigón es la peor de las soluciones que estaban sobre la mesa», argumenta el líder socialista. «En el IH se plantearon otras opciones, como un dique exento a la altura de la isla de la Torre, pero era mucho más costosa», apunta.

Y por último, IU-Podemos se posiciona en contra de cualquier intervención. «Lo que hay que mantener es el ecosistema natural. Si esta playa es artificial, no debería existir y, por lo tanto, lo mejor es dejar que la bahía tenga su dinámica natural», señala Keruin P. Martínez.

De momento, y a la espera de nuevos vaivenes, queda esperar a que se resuelvan las alegaciones a la licitación para la demolición de la única escollera existente.