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La vidriera más grande, con el escudo de España, en el vestíbulo del edificio de Hacienda.

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La vidriera más grande, con el escudo de España, en el vestíbulo del edificio de Hacienda. Alberto Aja

Las vidrieras que esconde la sede de Hacienda

Las piezas artesanales del taller francés Maumejean conforman una de las colecciones más importantes y desconocidas que hay en Cantabria

Ángela Casado

Santander

Jueves, 7 de marzo 2024, 07:19

El escudo de España, escenas montañesas y monumentos destacados de Cantabria como el Castillo de Argüeso. Son algunos de los diseños que plasman las vidrieras de la sede de Hacienda de Santander, una de las colecciones más importantes y desconocidas de Cantabria. Fueron elaboradas a finales de los años 40 por el taller francés Maumejean para el recién inaugurado edificio que este año celebra su 75 aniversario y en 2016 las restauró el artesano vidral cántabro Tomás Sáiz.

Los Maumejean cuentan con una larga trayectoria en Europa y han creado importantes piezas para algunas de las catedrales más importantes del país, como las de Burgos y Sevilla; para el Banco de España, en Madrid; también para la Catedral de Bayona, en su Francia natal; y encargos para el resto de Europa, África, Asia y América. Los Maumejean también tienen otra obra muy cerca de Hacienda, en la sede del Banco de España que actualmente se está reconvirtiendo en la sede asociada del Museo Reina Sofía: la polémica vidriera con el escudo franquista que se retirará según avancen las obras.

La vidriera más grande de Hacienda es la que preside el vestíbulo de la sede y plasma el escudo de España. Nada más acceder al edificio, tras pasar el control de seguridad, se ve. «Ocupa gran parte del techo y cumple su doble función: permite el paso de la luz y es decorativa», explica Ignacio Alonso, funcionario de Hacienda licenciado en Historia y que estos días está guiando las jornadas de puertas abiertas –las próximas se celebrarán el 12 y el 21 de este mes de marzo–. Esta, en concreto, no es tan antigua como las demás, ya que se modificó cuando el escudo del país cambió tras el fallecimiento de Franco. «Se cambió en los 80 por el democrático, con el cambio de régimen», apunta Alonso. Por qué este sí se cambió y el del Banco de España no, no tiene una explicación concreta. Como apunta el historiador, son dos instituciones diferentes y cada una tomó la decisión que consideró en ese momento.

La única vidriera cuya ubicación está sin identificar. Alberto Aja

Al girar a la derecha y enfilar las escaleras –de piedra pulimentada de Escobedo que parece mármol– aparece la siguiente vidriera, con una «reinterpretación» del escudo de Santander. Una de las cualidades más destacadas de estas obras es la profundidad que reflejan los dibujos. Por ejemplo, en la torre que aparece en el escudo, están muy bien definidas las sombras. También en los prados y los ríos que aparecen en otras vidrieras se aprecia la textura de la hierba y del agua. «El nivel de detalle es espectacular», reconoce Alonso. Además, algunos cristales son traslúcidos y se combinan con otros transparentes para dar más dimensión al conjunto.

Muchas de las vidrieras representan escenas montañesas que no tienen por qué ser lugares reales. Es decir, muestran casas que podrían ser de los Valles Pasiegos y ríos, cascadas y árboles propios de los paisajes cántabros, pero se desconoce si la composición corresponde con una ubicación concreta o los Maumejean las diseñaron basándose en estampas de los pueblos de la región. Para reforzar esa imagen del norte de España, predominan los colores azules, verdes, grises y ocres.

Un monumento enigmático

Los escudos y las escenas montañesas son dos de los tres grupos de vidrieras que pueden verse en Hacienda. El tercer bloque corresponde con monumentos de Cantabria, como la Cruz de Rubalcaba de Liérganes, del siglo XVIII, o el Castillo de Argüeso de la Hermandad de Campoo de Suso, de entre los siglos XIII y XV. Alonso, como experto en Historia, ha conseguido localizar junto a otros compañeros todos los monumentos que reflejan las vidrieras excepto uno –el de la fotografía de abajo a la izquierda–.En la vidriera se ve un puente gris con dos arcos que, por mucho que ha investigado, aún no ubica. «A ver si algún día podemos ubicarlo», espera. No descarta que los árboles o las casas que enmarcan el puente sean añadidos de los Maumejean para completar la decoración de la pieza. Para dar unidad al conjunto de vidrieras de la sede de Hacienda, todas comparten el mismo fondo con formas geométricas y el diseño del contorno, más recargado.

Aquellos que quieran conocer los detalles de las vidrieras y el resto de curiosidades del edificio –como su escudo heráldico o su rejería, que sobrevivieron al incendio de 1941– podrán aprovechar las jornadas de puertas abiertas previstas para los días 12 y 21 de este mes, a las 17.00 horas, y que guiará Alonso. Quienes estén interesados en asistir deben enviar un correo electrónico, indicando el día y hora a la que deseen acudir, a la dirección aniversario75@correo.aeat.es.

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