El Vital Alsar y Okuda buscan 21.000 euros para pintar el exterior del centro

El colegio Vital Alsar, de Cueto, y el equipo del artista plástico Okuda (Óscar San Miguel) acaban de lanzar una campaña de micromecenazgo para cambiarle la cara exterior al centro. La plataforma elegida ha sido 'Ulule', que tiene proyección internacional (Okuda es muy conocido en ciertos circuitos artísticos por todo el mundo) y, con la iniciativa, se pretende conseguir 21.000 euros. Todo el que quiera colaborar para transformar el viejo edificio en una obra de arte callejera puede hacerlo a partir de cinco euros. La organización 'recompensará' las aportaciones con objetos de Okuda: desde camisetas a carteles, gafas o cojines.

Anoche, pocas horas después del inicio de la operación -que durará 90 días- ya se llevaban recaudados 2.189 euros y había 47 contribuidores. Cuantos se sumen con al menos 10 euros verán su nombre en una placa de agradecimiento del colegio.

La intervención consistirá en pintar las cuatro fachadas del edificio, con lo que se espera convertir un inmueble sin personalidad «en un contenedor de experiencias educativas, colorista, alegre y catalizador de nuevas vocaciones». La idea es convertir este punto de Cueto «en una verdadera obra de arte» y, de paso, situar a este barrio «como punto de referencia dentro de las rutas artísticas de la ciudad».

Óscar San Miguel visitó el pasado abril el colegio Vital Alsar y se mostró muy convencido de colaborar con el tipo de proyecto que le propusieron. Le encantó el plan educativo del centro público, en el que el proceso de aprendizaje está basado en lo emocional, pegado a su entorno, atento a la cercanía profesor-alumno y en el que las familias están muy involucradas. En ese momento, el artista se mostró tan interesado que también dejó caer que se podría pensar en intervenir en alguna de las fachadas de los edificios que circundan por un lado el patio.

Hasta ahora, todo el proyecto había recibido una declaración de buenas intenciones por parte de todos, ya que la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) había recurrido a varias instituciones para conseguir financiación y las conversaciones no terminaban de cuajar.

Alberto De la Fuente, presidente de la asociación, explicó que el plan se gestó a lo largo de este curso escolar y que, en realidad, se animaron «porque no sabíamos que era imposible». Los padres de alumnos llevaban tiempo pensando cómo darle un lavado de cara al edificio y querían una intervención «diferente y que implicara a los críos». Se pensó en Okuda porque les pareció que «va con la filosofía de nuestro proyecto educativo» y porque es «fácilmente entendible» por los niños.

Una vez contactaron, el propio artista acudió a una convocatoria de subvención de la Fundación Santander Creativa para pedir respaldo económico por medio del programa de ayudas públicas municipal 'Cultura Emprende', pero se quedó fuera de las subvenciones. La AMPA recurrió a la Consejería de Cultura y a la partida de presupuestos participativos del Ayuntamiento de Santander. Finalmente, les ha parecido más operativo y rápido lanzar la campaña de micromecenazgo.Este tipo de iniciativa se basa en solicitar una contribución económica a todo aquel que crea en un proyecto concreto.

La fórmula se inventó para no tener que recurrir a la tradicional intermediación bancaria, y consiste en difundir por medio de una plataforma especializada un plan en el que los interesados participan por medio de aportaciones a las que se considera donaciones. El modelo se usa para infinidad de propósitos: lo usan desde músicos buscando apoyo de sus seguidores para publicar un trabajo a políticos para engrasar sus campañas.