¿Nos vende Risto un producto?

Y nunca mejor dicho: desde ayer circula por la red un audio en el que se escucha presuntamente a Laura Escanes gritándole enrabietada a su pareja: «Has vuelto a demostrar que te la pela todo, que estoy cabreada y sigues sin decime nada. Estás respondiéndome con tres frases de m., viendo como estoy, sabiendo que lo has hecho tú mal. ¡Pedazo de imbécil!». Un mensaje cuya difusión, según publicó ayer 'La Vanguardia', habría dejado a la jovencísima youtuber al borde de un ataque de nervios. Y a Risto quizá recordando el refrán: «el que con niños se acuesta...».

Esa histérica grabación viene a ser la cara B de la edulcorada carta sonora de Risto. El vídeo se titula 'Mía'. Nada que no hayan rimado antes Armando Manzanero o Julio Iglesias. Pero la 'mía' de Risto es 'miísima' y «nada tiene que ver con la posesión, porque contigo he aprendido...», declama él con voz acaramelada, ¿que la semana tiene más de siete días? No. «Que con la puerta abierta nadie se va. Porque contigo ya no soy lugar, soy destino» (en lo universal, quizá).

El texto lo publicó Mejide hace casi un año en un periódico. La novedad es que ahora le ha puesto música de fondo, imagen y sonido. Si esa letra se convirtiera en canción y la llegara a interpretar una concursante de 'OT', como por ejemplo Esther, seguro que Risto le iba a regalar la misma perla que le dedicó en su día: «No hay sonido capaz de describir tu actuación, y si lo hay no es un sonido que salga por la boca».

Lo último que desearía cualquier ser humano en su sano juicio es que alguien tuviera acceso a las ñoñerías que pueda llegar a decirle a su ser amado en la intimidad... Como escribió Manuel Vicent, no hay nada más antiheroico (ni menos lúcido, cabría añadir) que un novio en plena erección. Pero he aquí a Risto, empeñado (sin que nadie se lo pida) en hablar por boca de su encandilamiento. Algo completamente legítimo pero también peligroso. Cantaba Mercedes Sosa que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo. Así que pasado el tiempo Risto podría arrepentirse.

O quizá no. Siempre podrá comercializar ese vídeo como anuncio de ropa interior o incluso de champú. En él, Laura Escanes aparece casi todo el tiempo en sujetador y no para de atusarse la melena. Y esta es solo una pequeña parte del interminable spot en que se ha convertido su relación. Él le pidió a ella matrimonio desde el escenario de un teatro rebosante de público. Ella difundió en 'streaming' el proceso por el que se tatuó la firma de él en la nalga derecha... Parafraseando al durísimo Risto, cabría decirle ahora que se ha metido a entregado concursante del amor: Me da igual cómo ames, lo único que de verdad me importa es si detrás tienes un producto que vender.