Alerta en la Familia Real Británica por el delicado estado de salud del Rey Carlos III

Y es que el pasado 2024 fue un año nefasto para la Familia Real Británica en lo que a la salud de los miembros se refiere. Parece, como dice la expresión, que los miró un tuerto. Recordemos que la Reina Camila también sufrió una baja y tuvo que cancelar sus compromisos por una infección pulmonar y que su marido Carlos III fue diagnosticado de cáncer, detectado tras su operación de próstata. El último compromiso público del monarca fue hace apenas un par de días cuando el monarca acudió al 80º homenaje de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, cumpliendo así con su agenda. Pues bien, la imagen que dio, según recoge la periodista Pilar Eyre en 'Lecturas' ya fue un fiel reflejo de que estado de salud del rey es delicado. De hecho, afirma que «empeora día a día».

Parece ser que la enfermedad evoluciona desfavorablemente y, según Eyre, «aunque no se publican en ningún medio serio de Reino Unido, corren rumores que el avance de su cáncer es imparable».

Lo que no ha trascendido hasta el momento es qué tipo de tumor tiene el monarca, con lo que tampoco se sabe el tipo de tratamiento al que está siendo sometido y en el que lleva ya meses. En el homenaje del pasado lunes la imagen que ofreció Carlos III, es un fiel reflejo de cómo se encuentra su majestad. «Siempre vamos a recordar esa imagen bajo el arco de Auschwitz, muy pálido a pesar del maquillaje, con la boca pintada para disimular las llagas que provoca el tratamiento, con los ojos rojos, pero aguantando», escribió la periodista.

Eyre recoge en su escrito en la revista 'Lecturas' que el viaje que el hijo de Isabel II hizo a Austria en noviembre de 2024 «los médicos, aunque no estaban convencidos, decidieron interrumpir once días el tratamiento, pero el resultado fue un retroceso que hizo saltar las alarmas». Queda por ver si definitivamente la Casa Real Británica decide acallar los rumores y emitir un comunicado en el que cuenten, para bien o para mal, cuál es el verdadero estado de salud del monarca británico.