Para ser un «héroe del ecosistema», hay que comer especies invasoras, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (Fish and Wildlife ... Service), que inició una campaña para combatir un animal foráneo que causa graves daños en los humedales. «Salve un pantano, guise una nutria» es el lema acuñado por esta institución gubernamental y publicado en sus redes sociales.
Son varias las especies invasoras que pueden acabar en el plato, pero la primera de la lista, por su peligrosidad medioambiental es la nutria, 'Myocastor coypus', un roedor que llegó a Norteamérica a finales del siglo XIX (no confundir con la especie protegida 'Lutra lutra', conocida como nutria en España). «Su constante mordedura y su actividad excavadora destruyen las plantas que mantienen estables los pantanos, lo que provoca erosión y pérdida de hábitat». Comparan el territorio afectado por la voracidad de este animal con un escenario digno de «una película de desastres».
Especie invasora en esos territorios, este mamífero acuático está considerado de «alto riesgo» por tener un «historial bien documentado de invadir» los lugares en los que se puede aclimatar. Los primeros ejemplares, llegados de Suramérica, vivieron en cautiverio hasta los años cuarenta, y eran criadas por el valor de su piel. Cuando el negocio acabó, las soltaron en los hábitats cercanos a las granjas. Allí se reprodujeron con rapidez y se extendieron por el noroeste del Pacífico, el sudeste atlántico y California.
Sabrosas y saludables
Después de alabar el sabor de su carne en una cazuela, comparable a un «conejo o incluso a la parte oscura de un pavo», la campaña incluye algunas recetas para prepararla. El menú «absolutamente delicioso» con esta «carne magra y suave» puede hacerse al criollo estilo 'gumbo' o 'jambalaya', que son típicos de Nueva Orleans. O preparar un guiso de lenta cocción en olla. Si el sabor fuera poco, aseguran que es «saludable para el corazón». Para obtener la carne hay que salir a cazar, después de «consultar las restricciones» de cada estado.
Los informes que documentan la expansión y peligrosidad de la nutria-rata o coipú datan de los cincuenta. En el más reciente, fechado en 2017, se advierte que «destruye nidos de aves acuáticas, y sus hábitos reducen la disponibilidad de alimentos de otras especies», algunas en extinción.
Las reacciones a la propuesta culinaria sumaron unas 6.000 durante la «semana nacional de especies invasoras», y la mayoría apoyaba hacer de la nutria protagonista de un festín. «Crecí en la pobreza extrema en Louisiana, y comí bastantes de estas criaturas cuando era niña. En realidad no están mal, especialmente en salsa picante», recomendaba una de las comentaristas de Facebook. Otra aseguraba que «la caza funciona, para erradicarlas».
En su mira, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre también tiene a la carpa, un pez también invasor en territorio español, y la iguana, un «potencial peligro» en la península. La iguana, dicen, sabe a pollo.
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