Luis Rojas Marcos | Psiquiatra e investigador
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Luis Rojas Marcos | Psiquiatra e investigador
«Hace cincuenta años cuando un niño se suicidaba se decía que era un accidente»El Centro Hospitalario Padre Menni entregará mañana, miércoles, su IX Premio de Salud Mental al psiquiatra Luis Rojas Marcos. El galardón reconoce la «importante labor» que este prestigioso investigador y profesor realiza en este ámbito, en el que está considerado todo un referente internacional.
- ... El premio que recibe mañana reconoce su labor por visibilizar y humanizar la salud mental. ¿Hasta qué punto es necesario hacerlo?
-La Psiquiatría es relativamente nueva, lleva cien años existiendo como mucho. Antes se hablaba de personas 'endemoniadas' y ahora se sabe que hay muchas otras cosas detrás de cada comportamiento. Creo que todavía hay mucha gente que no se atreve a pedir ayuda, pero muchas veces porque ni siquiera saben que hay un tratamiento para eso. Los premios siempre hacen ilusión, pero este de Padre Menni más porque ayuda a humanizar el proceso por el que tantos pasan a diario.
-¿Cuál es el mayor de los estigmas que percibe en su día a día?
-Entre los propios profesionales en el sector de la medicina no acostumbran a explicar los diagnósticos con las frases y palabras adecuadas. Es decir, cuando un paciente está demasiado inquieto o sobrepensando la situación antes de su intervención quirúrgica suele ser porque le recuerda algo que vivió cuando era niño o una situación traumática. Entonces nosotros, los psiquiatras, utilizamos ese punto de referencia para hacer un diagnóstico y después explicarles lo que les ocurre con palabras clave. Es personal y distinto para cada paciente. Luego, claro, llegan los médicos y se asombran con lo que hemos escrito en la ficha. Ese es el mayor estigma dentro de la Psiquiatría, que influye mucho en la mejora del paciente y que también se debe visibilizar.
-Entiendo que la comunicación juega un papel fundamental, entonces.
-Hay una palabra del castellano que me encanta y es desahogo. Porque el poder compartir lo que uno siente nos 'desahoga'. Nos ayuda a comprendernos, a recibir apoyo y empatía, pero también nos da la opción de recibir consejos. Aunque también es importante oírse a uno mismo, porque siempre nos han enseñado a hablar para los demás y nunca con nosotros mismos: 'no interrumpas', 'pide perdón'.
-En Cantabria, unos 800 pacientes acuden al año al Hospital Valdecilla con tentativa o ideas suicidas. ¿Cómo describiría la situación?
-La situación de España, en general, es para enorgullecerse y presumir de ella. La mujer española vive de media 86,7 años y, como mucho, será la tercera cifra más alta registrada, por lo que la esperanza de vida es mayor que en EE UU y otros países de Europa. Además, no he visto cifras escandalosas porque continúa con uno de los índices más bajos. Las personas parlanchinas viven más. El capital social, la tendencia a formar grupos y la extroversión que hay en España mejora la calidad de vida y eso ayuda en cuestiones de longevidad. Los que sufren de depresión en España y no ven salida a sus vidas, se prestan a recibir ayuda y eso da esperanza.
-Los expertos también alertan, en especial, del incremento de los problemas de la salud mental entre los más jóvenes.
-Hoy se detectan más casos por depresión infantil porque la idea es relativamente nueva, pero siempre ha existido. Hace 50 años, cuando un niño de 9 años se suicidaba, se decía que era un accidente. La familia no lo reconocía y en la medicina tampoco tenía cabida. El término se introdujo cuando yo empecé. Ahora gracias a los estudios se sabe que es una enfermedad. Igual que la bulimia, la anorexia y el TDAH, que se decía que era un niño nervioso pero no lo es.
-¿Qué tendencia o factor común tienen los casos por depresión infantil?
-He tenido casos de niños con cuatro años que no se han desarrollado como debían por las redes sociales. Utilizan la manipulación y el engaño en su lenguaje, te engancha y su uso se complica para todos. Compartir contenido puede ser positivo si es de vez en cuando y recibes apoyo, yo también lo hago en X -el antiguo Twitter-. El hecho de que sea de manera constante es lo que pone una etiqueta negativa. Te quita de muchas cosas como hacer deporte, socializar o estudiar. Eso no es positivo para el desarrollo.
-Usted lleva trabajando media vida en EE UU. ¿Cuál es la principal diferencia con España?
-En Estados Unidos hay tres tipos de seguros médicos pero la mayoría no tiene ninguno y, a veces, padecer una enfermedad puede suponer vender tu casa. Vivir en un país como España te da tranquilidad, supone que me van a tratar en el ambulatorio y eso ofrece una gran tranquilidad que también ayuda a mejorar la calidad de vida. También hay diferencias entre los que viven en ciudades o zonas urbanas y los que no. En Nueva York, la mitad de los residentes son de fuera y lo que veo en estos últimos años es que presumen de ir al psicólogo.
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