Mayoría de mujeres en la comisión que debatirá sobre delitos sexuales

Para dirimir la ley y sus entresijos se ha puesto en marcha una comisión -la sección de Derecho Penal de la Comisión General de Codificación-, y ayer el Ministerio de Justicia anunció que finalmente la comisión contará con quince mujeres, de las cuales doce son vocales «permanentes» (de por vida, que no podrán ser cesadas); otras dos, «adscritas» (sólo para cumplir con este encargo) y una vocal «nata» (proviene de otro organismo de la misma comisión-marco de este grupo reformista). «Se logra una representación equilibrada de mujeres y hombres en este órgano asesor», aseguró el Ministerio de Justicia a través de un comunicado.

La mayoría de mujeres se logró después de una rápida historia de indignación y rectificación. Empezó cuando, después de convocar la comisión, se descubrió que la conformaban 20 hombres. Entonces, se intentó compensar «invitando» a cuatro mujeres, que rechazaron ser parte del parcheado y propusieron abordar el fondo del asunto. Luego se produjo unanimidad de criterio entre sus miembros sobre la necesidad de alcanzar la paridad, con la consecuente renuncia de algunos decanos, que dieron un paso atrás para dejar espacio no sólo al otro sexo, sino a otro tiempo, el presente.

A las quince mujeres, todas con amplia trayectoria en derecho penal y violencia de género (ver ficha), con experiencia tanto en tribunales como en la academia, se suman los trece vocales «permanentes» masculinos de la comisión: Esteban Mestre Delgado (presidente de la sección), Luis Arroyo Zapatero, Javier Boix Reig, Manuel Cancio Meliá, Juan Carlos Carbonell Mateu, Carlos García Valdés, Enrique Gimbernat Ordeig, José Luis González Cussac, Borja Mapelli Caffarena, Enrique Peñaranda Ramos, Miguel Polaino Navarrete, Gonzalo Quintero Olivares y Jesús María Silva Sánchez.

En total, con una mayoría de mujeres, la comisión debatirá y tratará de responder y encajar en el sistema legal español lo que desde hace meses se cuestiona en la calle e, incluso, en las más altas esferas del Gobierno: ¿Nunca se «agrede» a una mujer paralizada o rendida ante la superioridad de su victimario? ¿Es sólo «abuso» aunque haya penetración? ¿Están debidamente tipificados estos delitos? ¿Son justas las penas que se imponen al criminal?

Demasiado pronto para hablar de plazos o del alcance de la reforma, la sección tendrá el reto de equilibrar el modelo garantista y de reinserción del sistema judicial con el posible endurecimiento de las penas. La comisión, ahora equilibrada en la percepción por género, tiene la palabra.