Desmanteladas en Albacete cuatro «granjas» de criptomonedas enganchadas ilegalmente a la red eléctrica

La operación se inició en julio de 2023 cuando la Guardia Civil detectó la presencia de varias personas, con antecedentes policiales por tráfico de drogas, en polígonos industriales de Albacete. Los agentes sospecharon en un principio que podrían estar cultivando marihuana ya que las naves registraban consumos eléctricos desorbitados. Los investigadores descubrieron que habían realizado enganches ilegales a la red eléctrica y que, en realidad, en las naves se ubicaban «granjas» de criptomonedas. Con este nombre se conoce a las instalaciones dotadas con los sistemas informáticos necesarios para realizar actividades de desencriptación de los códigos tras los cuales se esconden nuevas monedas virtuales, como los Bitcoin.

En los registros efectuados en estas «granjas» de criptomonedas se han intervenido 68 sistemas informáticos de alta gama conocidos como «máquinas de minería de Bitcoin» así como sofisticados equipos informáticos auxiliares y de refrigeración. La operación se ha saldado con la detención de tres personas que han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Albacete.

Los arrestados habían ideado un ingenioso sistema de seguridad que permitía desconectar automáticamente toda la infraestructura eléctrica ilegal de las naves cuando se iban a realizar las comprobaciones o mediciones correspondientes por parte de las compañías eléctricas. También habían instalado otros sistemas de seguridad como cámaras de videovigilancia y sensores de movimiento en las entradas de las naves industriales.

Una vez desconectados los enganches eléctricos se comprobó que habían sido manipulados y que habían alterado los elementos de protección, por lo que existía un peligro real de incendio en las naves y un enorme riesgo de electrocución para las personas que estaban haciendo uso de ellas.

Según aclaró este miércoles la Guardia Civil, la fabricación de criptomonedas no es una actividad ilegal. No obstante, las necesidades de suministro eléctrico continuo y de refrigeración requeridas por los sistemas informáticos hacen que el gasto energético sea equiparable al de una producción industrial a gran escala. Por ello, estas «granjas» aparecen en ocasiones asociadas a delitos de defraudación de fluido eléctrico con el fin de evitar los elevados costes energéticos derivados de la minería de criptomoneda.