Prorrogada 72 horas la detención del sospechoso de la desaparición de Esther López

Tres días después de que fuera arrestado, en torno a las 22:00 horas del pasado sábado por su supuesta participación en los hechos, la jueza ha decidido que Ramón C., de 48 años, apodado El Manitas, regrese a los calabozos de la Benemérita, cuerpo encargado de llevar a cabo una investigación que se mantiene bajo secreto de sumario.

Los responsables de las pesquisas habían solicitado más tiempo para continuar con unas labores que se centran no solo en el domicilio del acusado, sino también en los alrededores de su vivienda, principalmente en el cauce del río Duero. Por este motivo, el único detenido ha sido trasladado a las dependencias judiciales de Valladolid, en la calle Angustias, donde se ha negado a declarar, según su abogada que ha defendido la inocencia de su cliente y ha ratificado que Ramón C. mantiene su intención de prolongar la huelga de hambre. Seguirá en huelga da hambre porque «considera que está recibiendo un trato muy injusto», ha manifestado su letrada pasadas las tres de la tarde, a la salida de la sede judicial.

La abogada ha insistido en que no se le había «dado traslado de las actuaciones», que están bajo secreto de sumario por orden de la jueza, y que por tanto no iba a hacer declaraciones. « Creo totalmente en su inocencia», se ha limitado a señalar, minutos antes de que su cliente fuera trasladado desde los calabozos de los Juzgados de la calle Angustias, de nuevo en el furgón, a la localidad vallisoletana donde los investigadores siguen recolectando pistas para intentar esclarecer qué le ha ocurrido a Esther, desaparecida hace doce días.

De nuevo en Traspinedo, en el chalé de su propiedad y rodeado de efectivos de la Guardia Civil, las labores de registro se han reanudado. En ellas siguen utilizando además perros especializados en la búsqueda de alguna pista que pueda arrojar algo de luz sobre la desaparición de Esther López, la vecina de Traspinedo de 35 años de edad, de la que no se sabe nada desde la pasada noche del 12 al 13 de enero.

El detenido cuenta en su historial con antecedentes policiales por causas menores, incluida una detención por una pelea a finales de 2020, pero sin condenas firmes, según han confirmado fuentes jurídicas. Ramón, de 48 años, separado y padre de tres hijos, ha sido sometido a revisiones médicas en las últimas 48 horas, a raíz de su detención y de que declinara comer para iniciar una huelga de hambre en protesta por su arresto. Él, en cualquier caso, se ha desvinculado de la desaparición de la mujer de 35 años.

Las pesquisas realizadas hasta ahora por los investigadores apuntan a que la pista de Esther López se perdió a partir de las dos de la madrugada del 13 de enero, cuando su móvil dejó de emitir señal alguna en el entorno de la carretera de Soria, entre el restaurante La Maña y el camino que conduce a la Bodega Vizar. Allí precisamente, junto a esta última empresa, se encuentra el chalé de Ramón, El Manitas, que está siendo sometido a una minuciosa inspección ocular, al igual que su coche (un BMW), en la que participan perros adiestrados y decenas de especialistas de la Guardia Civil.

Los agentes, en paralelo, continúan rastreando el Duero con buzos en el entorno del río que se encuentra detrás de la vivienda del detenido, a escasos seiscientos metros, y buscan con perros adiestrados y desde el aire con un helicóptero algún rastro de la desaparecida por el entorno. La Guardia Civil ha insistido en que la detención de El Manitas es una línea de investigación más y en que se mantienen abiertas otras hipótesis. El caso es que Esther López continúa desaparecida cuando se cumplen doce días desde que fue vista por última vez en Traspinedo, donde reside, por unos amigos.