![«Mi hijo murió haciendo lo que más le gustaba, jugar al fútbol»](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/01/19/sebas%20(3)-k4qH-U2101289079427LvD-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Adrián Rodríguez
Valladolid
Viernes, 19 de enero 2024, 12:35
La pasión de Sebas Borislavov Iliev era el fútbol, vivía por y para correr detrás del balón y disfrutar con su equipo, el Club Deportivo Zaratán Sport. «Sebas tenía muchos sueños -algunos inalcanzables, pero los hubiera terminado consiguiendo, estoy segura de ello- como cualquier niño ... con 15 años y murió haciendo lo que más le gustaba, jugar al fútbol», destaca con tristeza Kerana, la madre del menor que perdió la vida el miércoles después de terminar su entrenamiento.
«Si lo que le ha pasado a mi hijo puede ayudar a que los controles y los reconocimientos a los chavales jóvenes que juegan al fútbol sean mucho más exhaustivos, una parte de mí estará feliz», apunta Kerana Ivanova, quien añade que «como madre de un niño que acaba de fallecer con tan solo 15 años me gustaría recalcar que cuando nuestros niños van a un reconocimiento médico anual para jugar en un equipo de fútbol quizás deberíamos invertir algo más que cinco euros en ello» y acota que «no digo que se podría haber evitado porque no tengo esa certeza y jamás lo sabré, pero si esta historia puede servir para evitar otras futuras que así sea».
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La primera hipótesis que valora el médico forense que ha realizado la autopsia al joven de 15 años es «una cardiopatía no descubierta». «El forense me ha comparado el caso de Sebas con el de Kun Agüero o el de Eriksen, que se desplomó en un partido. Son cardiopatías que no dan la cara hasta que aparecen de repente y hay veces que se pueden llevar a la persona por delante, como a mi hijo, y otras veces que no», explica la madre.
El chico de 15 años estudiaba en el Instituto Nuñez de Arce de la capital vallisoletana y, aunque «no era buen estudiante», confesaba en múltiples ocasiones que le gustaría «estudiar TAFAD, el Grado Superior de Formación Profesional en Deporte y Actividad Física», recuerda su madre antes de incidir en que los estudios nunca fueron lo suyo: «Era muy trasto estudiando y estaba repitiendo curso por segunda vez porque le costaba mucho estudiar». Su verdadera pasión, incide su progenitora, «era el balón». De su hijo destaca que «era noble y una persona bonita. Le podías definir con una sola palabra y esa palabra es amor».
Sebas, al que sus compañeros de clase recuerdan con cariño como «el payasete del grupo», entrenaba dos veces por semana en los campos de fútbol próximos al polideportivo Infanta Juana de Zaratán. «Entrenaba los lunes y los miércoles y siempre presumía de su salud física y de su cuerpo, ya que, pese a que era pequeño, le gustaba mucho cuidarse y era un niño muy presumido», destaca Kerana.
Tal era su pasión por el fútbol que «dormía abrazado a un balón de fútbol y se despertaba todos los días con el ansia» de pisar el campo de nuevo. «Yo le definía como un culé-bético-pucelano, aunque su pasión era el Betis por encima de todo. Jugara quien jugara con el Betis, el equipo verdiblanco tenía que ganar», recuerda Kerana, quien compartió su pasión por el fútbol junto a él en cada uno de los partidos o citas deportivas que tuvo. Juan Miranda, el defensa del Betis, era el ídolo de Sebas. «Tenía especial devoción por él y por su manera de jugar».
Aunque son muchos los recuerdos que invaden la mente de Kerana a la hora de vislumbrar momentos juntos a su hijo pequeño, el mediano de tres hermanos, todos se relacionan con el fútbol. «En pleno diciembre y durante la Copa del Rey estuvimos horas y horas delante del NH para ver a los jugadores y que se hiciese una foto con ellos. En aquel momento quedó enamorado de Borja Iglesias y de Joaquín y sus chistes y me dijo: «Mamá, mi sueño es ser futbolista», recuerda entre lágrimas de emoción.
Los mensajes de condolencias por la muerte del joven cadete no han tardado en llegar. El Ayuntamiento de Zaratán ha decretado tres días de luto por el repentino fallecimiento y Roberto Migallón, alcalde del municipio, ha reconocido que «es un día muy triste» antes de añadir que «estamos consternados por este fatal suceso y en estos momentos donde no existe consuelo alguno queremos dar nuestro pésame a todos los allegados y familiares del joven jugador así como al CD Zaratán Sport».
El propio club deportivo ha suspendido todos los entrenamientos y partidos de todos sus equipos hasta la próxima semana y señalan que «no hay palabras para describir lo duro que puede ser esto. Estamos hundidos y desolados por el fallecimiento de nuestro jugador Sebas. Queremos dar nuestro más sentido pésame a toda su familia y amigos». Kerana, la madre del joven, confiesa haber recibido una camiseta del Real Valladolid firmada por todos los jugadores y que el club deportivo en el que jugaba «está preparando un homenaje para este fin de semana».
La trágica tarde
La tarde del 17 de enero, Sebas, de 15 años, asistía a su entrenamiento de fútbol junto a sus compañeros de equipo, el Club Deportivo Zaratán Sport. Como todos los miércoles, el entrenamiento transcurría con normalidad hasta que el joven de 15 años comenzó a encontrarse mal. «Tuvo molestias en un brazo y dificultad para respirar». Kerana, su madre, explica que «el segundo entrenador fue quien primero le atendió porque estaba mareado y al ver que no mejoraba sobre las nueve de la noche le llevaron al Centro de Salud de Zaratán».
«Pensamos que podía ser un corte de digestión o una bajada de azúcar, pero cuando empezó a tocarse el esternón y decirnos que sentía un hormigueo en las manos decidimos llevarle corriendo al centro de salud», ha explicado, en declaraciones a Europa Press, Juan José Fernández, quien ha mostrado su consternación ante la trágica noticia y ha trasladado el pesar y la entidad a familiares y amigos del menor.
Kerana, la madre de Sebas, se muestra muy agradecida con el trato recibido tanto por parte del club como del personal sanitario y de urgencias. «Quiero agradecer a todas y cada una de las personas que nos ayudaron ayer e intentaron por todos los medios salvar la vida de mi hijo. El club de fútbol en primera instancia y, sobre todo, al gran equipo de urgencias de Zaratán, que estuvieron con nosotros en todo momento realizando su trabajo de manera verdaderamente profesional hasta que no pudieron hacer nada más por salvar a mi pequeño», señala.
El cielo hoy tiene una nueva estrella que se moverá a ritmo de un balón de fútbol rodando por el campo, alumbrará con la misma intensidad que la pasión que Sebas tenía por el fútbol. «Nunca te voy a olvidar mi pequeño Sebas», finaliza la madre.
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