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m. varela
Sábado, 17 de septiembre 2022, 09:05
El hombre que mató a su compañero de habitación en el Hospital Valle del Nalón porque no le dejaba dormir ya se encuentra en prisión. Corsino S. M., de 87 años, ingresaba en la noche del jueves en el centro penitenciario de Asturias, tras recibir el alta hospitalaria. Desde entonces permanece en el módulo de enfermería. El juez que instruye el caso había decretado esa misma mañana, siguiendo la petición de la Fiscalía, su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, una vez que tuviese al alta hospitalaria, al considerar que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de homicidio o asesinato.
Corsino S. M. podría enfrentarse a 25 años de prisión, ya que una vez que concluya la investigación los hechos podrían considerarse como asesinato con los agravantes de ensañamiento. El fallecido, Manuel Serrano, presentaba numerosos golpes causados con el triángulo que se usa como ayuda para incorporarse desde la cama. También podría aplicársele el agravante de alevosía por desvalimiento, ante la imposibilidad de que el fallecido, un lavianés de 92 años, pudiera oponer resistencia o defenderse del ataque, ya que se encontraba bajo el protocolo de 'contención', estando inmovilizado en su cama con sujeciones de seguridad.
Los profesionales sanitarios explicaban ayer que «quienes tuvieron que lidiar con el suceso están destrozados». En este sentido, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), en el hospital valle del Nalón se ha puesto a disposición del personal del centro su equipo de psicológos, así como su ofrecimiento a prestarles ayuda en todo lo que puedan necesitar, como confirmaba ayer Felipe Piedra. médico y delegado sindical de esta organización.
Al mismo tiempo que lamentan que algo así haya ocurrido en un centro hospitalario público, reclaman «mejoras en la seguridad de estos espacios sanitarios», apostilla Piedra. Este sindicato lleva años pidiendo estas medidas y poniendo el énfasis en que los espacios más conflictivos y proclives a las agresiones y amenazas al personal sanitarios se ubican en servicios de emergencias. En Asturias, los hospitales de mayor riesgo son los servicios de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, y los de Cabueñes (Gijón) y el hospital del Valle del Nalón.
El brutal crimen fue descubierto por el personal sanitario de la planta donde la víctima y su presunto homicida se encontraban ingresado sobre las cinco de la madrugada, cuando acudieron a la habitación a comprobar cómo se encontraban los dos pacientes. La primera sorpresa fue cuando, al intentar entrar en la habitación, se encontraron con la puerta cerrada sin posibilidad de abrirla.
Fue necesaria la colaboración de varios profesionales para finalmente poder acceder a la habitación, ubicada en la tercera planta, sala A, del hospital comarcal del Nalón. El agresor la había bloqueado con la mesilla auxiliar que se coloca al lado de las camas, atrincherándose dentro de la estancia e intentado impedir el acceso al personal sanitario.
A pesar de lo inusual de la situación, como explicaron los profesionales a sus compañeros, «nunca pensaron que iban a encontrarse con una situación tan dantesca».
Y es que la imagen que se encontraron cuando lograron acceder a la habitación fue «horrible», con «numerosas salpicaduras de sangre» por la habitación, según explicaron los trabajadores del hospital. Dos elementos llamaron su atención: el triángulo de una de las camas que se usa para ayudarse los pacientes a levantarse presentaba restos de sangre, al igual que una almohada, que pudo ser utilizada para intentar asfixiar el fallecido. El detonante, según las primeras hipótesis, fue que el fallecido, debido a una enfermedad respiratoria «emitía mucho ruido y no le dejaba dormir».
La Policía confirmaba el miércoles, tras realizar las primeras investigaciones, que para llevar a cabo el crimen se utilizó «un objeto contundente» que causó la «muerte violenta» del anciano lavianés.
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Ana del Castillo
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