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L. R.
Miércoles, 23 de octubre 2024, 10:38
En San Adrián, el municipio navarro del que es natural D. L. J., el conductor kamikaze que la noche del pasado domingo condujo 11 kilómetros en dirección contraria por la AP-68 y acabó con la vida de una mujer embarazada y el bebé ... que gestaba, los vecinos están conmocionados por el suceso. «Es una persona muy conocida», dicen de él desde esta localidad de la Ribera navarra, donde trabaja como operario en una factoría de la multinacional estadounidense General Mills.
D. L. J., quien dio positivo en drogas y alcohol tras el accidente, es conocido también dentro del sector del ocio nocturno al trabajar como dj desde finales de la década de los noventa. Dentro de este entorno señalan que «estaba muy enganchado a las drogas y al alcohol, y últimamente no estaba nada bien». Pero «nada justifica lo que ha hecho», remarcan fuentes consultadas dentro del ocio nocturno. D. L. J., de 46 años, tiene además un hijo, menor de edad, fruto de una relación con su anterior pareja sentimental, la cual terminó «hace dos o tres años».
Por el momento, el juez de Instrucción 1 de Logroño ordenó este lunes el ingreso en prisión provisional sin fianza del kamikaze por los presuntos delitos de homicidio, aborto y conducción temeraria con desprecio para la vida.
Por otro lado, el Ayuntamiento leonés de Carracedelo, al que pertenece el municipio de Villaverde de la Abadía, de dónde era originaria la víctima, A. R. G., decretó ayer dos días de luto por su muerte. También hoy se guardará un minuto de silencio en señal de duelo por la fallecida, que residía en Logroño.
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