La llegada de inmigrantes a Canarias se dispara un 152% en los siete primeros meses de 2024

La primera quincena de febrero fue el periodo en el que más arribadas de inmigrantes registró el ministerio que encabeza Fernando Grande-Marlaska, con más de 5.000 llegadas. A partir de entonces, y hasta el 30 de abril, se estabilizaron en torno a las 1.000 personas. Sin embargo, el 1 de marzo volvieron a incrementarse superando los 2.000 migrantes desembarcados en España, la mayor parte de ellos en Canarias. Una situación que parece que seguirá creciendo en las próximas semanas, ya que los meses de verano son en los que más tránsito existe en las rutas migratorias debido a que el estado del mar es más calmado que en otras épocas del año.

Por territorios, Canarias es el lugar al que más embarcaciones han llegado en lo que va de año. En total, han sido atendidas un total de 21.470, lo que representa un incremento del 152% respecto a lo registrado un año antes. La mayor parte de los adultos que están alcanzando las costas del archipiélago parten desde los países del oeste del continente africano: el Sáhara, Mauritania, Senegal... En lo que respecta a los menores no acompañados que se arriesgan atravesar una de las rutas consideradas como más mortales en el mundo, la gran mayoría de ellos huyen de los peligros de la guerra en Mali.

Mientras que Ceuta ha registrado un incremento de las llegadas por tierra, un 165% más que lo que el Ministerio del Interior contabilizó durante el mismo periodo un año antes, las arribadas a Melilla han descendido tanto por las personas que lo hacen por vía marítima como las que optan por rutas terrestres.

Todas estas cifras han salido a la luz el mismo día en el que los servicios de Salvamento Marítimo ha informado dos nuevos rescates a varias pateras en aguas próximas a la isla de El Hierro, en Canarias, y de Formentera, en Baleares. En la embarcación, que ha sido salvada a primera hora de la mañana, viajaban un total de 66 personas, de las que 7 eran menores de edad. Además, han tenido que trasladar a una mujer a un centro hospitalario de la zona debido a los problemas de salud que presentaba.

Respecto al segundo rescate, que se ha producido sobre las 17.45 horas, los servicios de emergencias han alertado de que se trataba de dos pateras, una en la que viajaban 16 personas, todas ellas en buen estado de salud. La segunda embarcación rescatada estaba ocupada por un número similar de migrantes, 15, y también en buenas condiciones sanitarias. Y es que las islas Baleares no están recibiendo la misma cantidad de pateras que las de Canarias, sí alertan de que sus sistemas de acogida también sufren cierta tensión como consecuencia de esta crisis, puesto que cada vez más embarcaciones optan por llegar a este archipiélago del Mediterráneo en lugar de a la península.

El mismo día en que se han publicado estos datos, desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han ordenado paralizar la acogida de nuevos migrantes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), situado en la ciudada autónoma de Ceuta, durante la jornada de este jueves, 1 de agosto. El objetivo, según ha señalado la delegación del Gobierno en el territorio, responde a una medida para descogenstionar las instalaciones, que se encuentran por encima de los 600 residentes pese a tener capacidad para 512.

A las puertas del CETI, esperando ser admitidos, se encuentran seis hombres de origen subsahariano, procedentes de Mali, Guinea Conakry y Sudán, que accedieron a Ceuta hace dos y tres días, y diez magrebíes, que cruzaron hasta la ciudad autónoma diez días atrás. Han sido atendidos por un equipo de Cruz Roja, que les ha dispuesto de mantas y material básica, así como les ha prestado atención sanitaria a aquellos lo requerían.

Esta decisión ha sido tomada después de que haces semanas se alertase de un conflicto, dentro del centro de acogida, entre internos magrebíes y subsaharianos. Aunque no es la primera vez que se produce un incidente de este estilo, el origen del mismo se achaca a la falta de entendimiento entre estas personas, puesto que no comparten el mismo idioma. Por este motivo, han surgido críticas en torno a la medida adoptada por el Ejecutivo nacional. Argumentan que se les está privando de cubrir sus «necesidades básicas».