Obligadas a prostituirse y a no engordar ni un kilo

Además, sólo podían salir de los clubes de alterne los martes y jueves de 13 a 15 horas para comprar o acudir al banco, al locutorio o a la farmacia. En esta situación se encontraban 32 mujeres que han sido liberadas por la Policía Nacional en Toledo, Madrid y Málaga dentro de una operación desarrollada con el Centro Especializado para la lucha contra el Tráfico de Migrantes y Trata de Personas que la agencia Ameripol ha establecido en Río de Janeiro (Brasil). Como resultado de estas investigaciones han sido detenidas 26 personas -9 en Madrid, 5 en Málaga y 12 en Toledo- entre las que se encuentran los dos líderes de la organización, que han ingresado en prisión.

Las investigaciones se iniciaron en junio de 2023 cuando una víctima alertó de la existencia de esta red criminal especializada en la captación de mujeres en situación de vulnerabilidad para explotarlas después sexualmente en España. Durante el operativo se han encontrado numerosos carteles en las zonas comunes donde residían las mujeres con estrictas normas que, en caso de incumplimiento, les suponía sanciones económicas de entre 30 y 40 euros. También se han intervenido numerosos contratos laborales firmados por las víctimas que, según la Policía, hace creer a los investigadores que cerca de 600 mujeres habrían sido explotadas en el último año en las cuatro casas con las que contaba la red criminal y que actualmente se encuentran clausuradas.

A todas ellas les hacían firmar un contrato donde debían ceder sus derechos de imagen para que su imagen apareciera publicada en portales web con contenido para adultos. Asimismo, tenían que vivir en condiciones insalubres y hacinadas en una misma habitación, generalmente en los sótanos de las casas, con camas separadas por cortinas y con escasa ventilación. Estas condiciones contrastaban con el lujo de la parte de la casa destinada al ejercicio de la prostitución. En las cuatro casas clausuradas eran supervisadas constantemente con cámaras de videovigilancia repartidas en todas las estancias.

A lo largo de la investigación los agentes comprobaron que las víctimas tenían la obligación de ofrecer a sus clientes diversas sustancias estupefacientes –cocaína, tusi y cristal- así como medicamentos para la disfunción eréctil. En la operación se han intervenido 40.000 euros en efectivo, un arma de fuego real con munición, diversas sustancias estupefacientes (cocaína, marihuana, hachís y tusi), 500 pastillas de tratamiento para la disfunción erectil, tres vehículos, diversos dispositivos electrónicos y numerosa documentación relevante para la investigación.