¿Tienes alergia? Ojo en la cena de navidad

Una intolerancia no es lo mismo que una alergia

Hay que saber distinguir entre los dos conceptos, que no tienen la misma causa y pueden tener también diferente repercusión: en la alergia nuestro sistema inmune se defiende frente a alimentos que no debería reconocer como extraños. La intolerancia suele ser debida a la falta de un enzima necesario para la digestión adecuada de los alimentos.

Para prevenir la aparición de alergias alimentarias

El mejor momento para prevenir las alergias es en los primeros meses de vida. Los estudios actuales recomiendan utilizar el período denominado «ventana de oportunidad», es decir, de los 6 a los 12 meses de vida, para introducir los alimentos más alergénicos en la dieta del niño.

En este periodo es interesante el aporte de la lactancia materna, siempre que sea posible, ya que ofrece al bebé tanto oligosacáridos (prebióticos), como bacterias (probióticos) de forma natural mejorando la flora intestinal y exponiendo a los niños a múltiples alimentos dependiendo de la alimentación de la madre.

El momento del día también es importante: Alergocantabria recomienda comenzar a introducir un alimento nuevo en horas que permitan la observación posterior del bebé y ofrecerla posteriormente de forma repetida en el tiempo y por períodos no inferiores a 4-8 meses.

Precauciones para evitar la contaminación entre alimentos

Cuando tenemos en nuestra mesa un invitado alérgico a un alimento, es necesario tener una atención extra a la hora de manipular alimentos y menaje porque la intoxicación puede darse de forma indirecta, por contaminación entre alimentos.

Durante la preparación de los alimentos debemos evitar que las proteínas de un alimento, por pequeñas cantidades que sean, entren en el plato del alérgico. Entre otras cuestiones, Alergocantabria nos recuerda estas observaciones: el lugar donde se van a preparar los alimentos, como la encimera y las tablas de corte, debe estar cuidadosamente limpio previamente y entre diferentes ingredientes. Igualmente, los utensilios, como cuchillos, espumaderas, batidoras, etc. que hayan estado en contacto con otros alimentos y antes de empezar a cocinar deben ser lavado minuciosamente con agua y jabón. Esto último es fundamental: tras manipular cualquier alimento alergénico debemos lavar bien las manos con agua y jabón. El agua sola no elimina el alérgeno.

Es recomendable llevar un orden en la cocina: preparar primero los platos que no son alergénicos para los comensales y luego taparlos y ponerlos separados de los alergénicos.

La higiene tiene que ser estricta: si preparamos un plato con el alérgeno, no vale con retirar el alimento o raspar el pan untado, hay que repetir el plato o el bocadillo si no queremos sustos inesperados.

Por último, recordamos también que esta higiene se debe mantener en la mesa: evitar compartir vasos o cubiertos, sobre todo a la hora de servir en una fuente y luego contaminar la otra. En este caso hay que tener especial precaución con los niños y enseñarles a ser cuidadosos con sus utensilios.

¡ALERGOCANTABRIA LES DESEA FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2022!

Para más información:

Alergocantabria

http://www.alergocantabria.com

Dr. Miguel Ángel Añó García

Licenciado en medicina. Especialista en alergología clínica; alergia infantil y adultos Número de registro: 06/2007/00129

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