Raúl Rivas
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Raúl Rivas
La declaración de los nuevos brotes de la mpox como emergencia sanitaria internacional no ha pillado de sorpresa a los epidemiólogos. «Sabíamos desde hace meses que el nuevo subclaudo esta generando problemas en la República Democrática del Congo», explica el catedrático de Microbiología de ... la Universidad de Salamanca Raúl Rivas. Este experto, que acaba de publicar el libro 'Microbios y cáncer' (Guadalmazán), ha seguido al día la crisis de la viruela del mono desde los anteriores focos en África y los primeros casos registrados en España con la anterior variante, en la primavera de 2022.
-¿Qué es el clado Ib, que ha provocado la explosión de nuevos casos de mpox en África?
-Los clados y las variantes son diferentes formas de clasificación de los virus: las variantes están por debajo del clado, ya que dentro de un clado puede haber varias variantes. La mpox se ha dividido tradicionalmente en dos clados, el I y el II, y el II a su vez se ha subdivido en dos subclados, el IIa y el IIb. El clado I es más agresivo que el clado II, con tasas de mortalidad que llegan al 10% frente al 1% del II. El clado IIb es el que provocó la emergencia sanitaria internacional de 2022, pero ahora nos enfrentamos al clado I. Del clado I sabíamos que había brotes habituales en países del África central, pero estaban pasando relativamente desapercibidos, y ahora hemos descubierto un subclado de ese clado, llamado Ib, que tiene mutaciones del tipo APOBEC3. Tenemos conocimiento de que este subclado está circulando en la República Democrática del Congo entre humanos desde hace tiempo, al parecer, desde septiembre de 2023, y el hecho de que el virus haya estado circulando constantemente entre la población puede facilitar que aparezcan más linajes, que se transmitan mejor o que infecten mejor.
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-¿Por qué el brote actual es diferente al de 2022?
-El brote de 2022, con el clado IIb, se propagó con rapidez sobre todo entre hombres que tenían sexo con hombres. Los datos de secuenciación del subclado Ib, el que ahora ha provocado la declaración de la OMS, sugieren que este subclado comenzó a transmitirse en septiembre de 2023 a través de trabajadoras del sexo, pero que después se extendió por situaciones sexuales y no sexuales, como el contacto con enfermos. En principio, parece que el Ib es más transmisible que el IIb y provoca una enfermedad más grave.
-¿Cambian los síntomas o la forma de transmitirse?
-Parece que no hay demasiados cambios. Entre humanos la transmisión se produce por contacto cercano con fluidos corporales, lesiones, gotitas respiratorias o materiales contaminados, y también por contacto con animales vivos o por consumo de animales infectados. En cuanto a los síntomas, los más comunes son erupción cutánea, fiebre, fatiga, dolor muscular, vómitos, diarrea, escalofríos, dolor de garganta o dolor de cabeza. Ahora bien, los síntomas pueden aparecer entre una semana y tres semanas después de la exposición al virus, lo que hace que personas sin síntomas pero contagiados, que solo se preocupan cuando aparecen las erupciones cutáneas, puedan seguir infectando.
-¿Qué características propias pueden explicar la expansión de casos en África?
-Todavía no conocemos muy bien el vínculo epidemiológico que puede tener la viruela del mono con el VIH, algo crucial porque África está muy golpeada por el VIH. ¿Por qué este boom de casos? Puede que el clado sea más agresivo, pero puede también que esté afectando a personas que tengan VIH. La bajada de defensas que provoca el VIH puede hacer más fácil que el virus circule, mute y se adapte. Por otro lado, África es un continente con una población muy joven, y eso que significa que ese grupo de población no está vacunado contra la viruela humana. No lo está porque la viruela se dio por erradicada en 1980. En África, son las personas mayores de 50 años las que están vacunadas contra la viruela y se sabe que esa vacuna otorga cierta protección contra la viruela del mono. Tenemos que estudiar la importancia de estos dos factores.
-Europa va a enviar a África vacunas de Bavarian Nordic, que se han inoculado en España a los grupos diana. ¿Estos compuestos funcionarán contra el nuevo subclado?
-También hay otra vacuna aprobada, la LC16, producida por KM Biologics. En principio, sí deben funcionar, porque los orthopoxvirus, a los que pertenece la mpox, la viruela humana o la bovina, son virus que no cambian mucho y estas vacunas sirven. No es lo mismo que la gripe. Estas vacunas deberían proteger contra estos subclados sin problemas.
-Suecia declaró ayer el primer caso fuera de África y España ha sido el país europeo más afectado por el brote de hace dos años. ¿Puede la nueva variante provocar tantos contagios como la anterior en Europa?
-Es difícil predecirlo, pero si ya ocurrió en 2022, ¿por qué no puede pasar ahora? Entonces nadie pensaba que el subclado IIb llegara a tantos países, y lo hizo. ¿Ahora? Pues sí, no es imposible, pero esperemos haber aprendido de 2022 para no cometer los mismos errores. Tampoco sabemos a qué velocidad puede expandirse el virus. Por eso, una de las razones por las que la OMS ha declarado la emergencia sanitaria internacional es para poner el foco en lo que está ocurriendo, destinar más recursos económicos, de personal e informativos.
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