Shakira enciende el Carnaval de su Barranquilla

Probablemente, García Márquez habría incluido a la cantante entre los personajes ilustres que mencionó en su discurso durante el acto de coronación de una reina del Carnaval en 1950. Aquel día puso de testigos de la ceremonia, entre otros, a Erasmo de Róterdam, del que dijo estaba «custodiado por el arcángel de la locura; a Esquilo y a Sófocles, que enseñaron a hablar a las máscaras; a Dionisios, que daba lecciones de danza a los moribundos». Hoy habría añadido a Shakira, que en el regreso a su ciudad entusiasmó, apasionó e impregnó de felicidad a todos sus ciudadanos, ya de por sí fogosos. La hija de Barranquilla, la ciudad que convierte su gran fiesta en algo frenético, en una dedicatoria a la vida que en este país, como cantó Juanes. «es solo una ratico», pareció disfrutar como nunca antes lo había hecho.

La artista ofreció dos conciertos bajo el lema que la ha resucitado como cantante y activista reivindicativa del papel de la mujer tras la tormentosa separación de Gerard Piqué, ex jugador del Barcelona y de la selección española, 'Las mujeres ya no lloran World Tour'. Así es el himno que identifica la gira que después de Barranquilla seguirá por Bogotá, Chile, Argentina, México, República Dominicana, Estados Unidos y Perú.

Shakira cantó lo mejor de su reportorio. Desde 'Antología' hasta 'Ojos Así', pasando por 'Te felicito', 'Acróstico', 'En Barranquilla me quedo', una popular canción de Joe Arroyo, otro músico importante de la región ya fallecido, además de su popular estribillo de 'En Barranquilla se baila así' del 'Hips don't lie'. Cantaba ella y también sus hijos. Y su madre, Nidia del Carmen Ripoll, desde la tribuna. Emocionante para muchos colombianos que así lo han registrado en redes sociales, y que no pasaron por alto el detalle de la cantante de invitar a 4.000 niños de las escuelas que ella misma patrocina bajo el nombre de 'Pies descalzos' en Cartagena de Indias y Barranquilla, y también al cuerpo docente.

Pero la mayor sorpresa que Shakira dio a su gente fue su participación en el desfile de la Guacherna, al que acudió disfrazada con sus hijos, también preparados para la ocasión. Y cuando se enteró de la noticia el mundo de las redes sociales enloqueció con la iniciativa de la artista: 'Volviendo al origen, enalteciendo nuestra cultura' y 'Estoy seguro que ahora Milan y Sasha son más barranquilleros que catalanes' fueron algunos de los mensajes que los fans de la colombiana subieron a la red.

Mantener en secreto que Shakira iba a desfilar en su ciudad requirió de una logística propia de una operación presidencial. Nadie se enteró hasta que ella publicó las fotos. «Estoy orgullosa de enseñarle a mis hijos mi cultura y la alegría de mi gente», dijo tras colarse camuflada en un disfraz de 'Palo e Muerte' con sus hijos Milan y Sasha en la Guacherna, uno de los mayores desfiles de disfraces y comparsas que se celebran por distintas vías de la ciudad previamente al arranque de los cuatro días festivos. La cantante se fotografió en el bordillo de una casa y tan pronto como fue descubierta la imagen apareció en Google Maps bajo el título de 'El bordillo de Shakira'. Desde entonces, una multitud de personas pasa cada día por la zona para replicar a la colombiana.

«El sentimiento que ha dejado Shakira es que ha cumplido con Barranquilla, la ciudad que siempre la ha querido. Shakira en realidad no es una figura ausente en la ciudad donde nació, aunque no viva en ella. Shakira siempre está presente, siempre está aquí. Ha hecho dos conciertos seguidos con un éxito extraordinario, algo que en esta ciudad nunca había pasado, y solo ella misma puede repetir algo semejante», destacó Alfredo Sabbagh, doctor de Ciencias de la Información en la Uninorte, una de las universidades más importantes de la Costa Atlántica.

También se mostró feliz el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, quien en la red 'X' compartió algunos datos del impacto que supuso la visita de la intérprete: «Barranquilla fue la gran ganadora con un impacto económico de 67.000 millones de pesos (unos 15,5 millones de euros), más 12.000 empleos involucrados en los dos días de concierto, más el 95% de ocupación hotelera en la ciudad y el impulso a sectores como hostelería, transporte, gastronomía y comercio local» con la llegada de 43.000 visitantes. Como diría el célebre Gabo, «en el carnaval de Barranquilla todo es posible». Hasta que Shakira desfile disfrazada por la ciudad con sus hijos como cualquier ciudadano de a pie y nadie de percate.