El vidente que extorsionaba a Francis Montesinos envía un mail a la jueza en el que culpa al menor

El principal sospechoso de la red es Juan H. G., conocido como el monje vidente, que se encuentra en busca y captura. Este prófugo de la Justicia ha enviado un correo electrónico a la instructora en el que denuncia que él también es una víctima del supuesto menor y que fue extorsionado. El email, con erratas y faltas de ortografía y en algún punto difícilmente comprensible, comienza de esta forma: «Hola, doña jueza, me dirijo a usted contándole mi verdad...»

El sospechoso se identifica con su nombre y DNI para trata de aclarar su papel en este controvertido asunto. No duda en apuntar al supuesto menor como el artífice de toda la trama de extorsión. «Tuve una relación sexual y me grabó en vídeo para extorsionarme», asegura. Un procedimiento idéntico al que sufrió el diseñador Francis Montesinos y también, la pareja del famoso peluquero Tono Sanmartín. Le reclamaba, en teoría, 10.000 euros. «Era un acoso diario, tenía tanta presión que tuve que abandonar mi ciudad y mi negocio cuando me di cuenta que era una víctima más».

En su misiva, sin embargo, evita desvelar dónde se encuentra. Una investigación de la Policía Nacional ha determinado que el fugitivo huyó a Cuba nada más estalló el caso. «Le cuento mi verdad, me obligaba a hacer cosas que yo no quería... Es un manipulador agresivo verbalmente (sic) y amenazante. Si no le hacía caso iba a colgar el vídeo de la relación sexual que mantuvimos». Casi en la parte final del escrito rechaza que haya tenido algo que ver en la extorsión al diseñador Francis Montesinos. «Me enteré a través de los medios de comunicación».

El documento, en ocasiones incomprensible, termina con esta indescifrable despedida: «Le doy mi documento de identidad para que mi identificación y más documentos que me pertenecen como persona que soy». No es el único mensaje dirigido a la instructora de Llíria. También ha enviado unos audios en los que supuestamente traslada su versión de los hechos. Todas estas acciones, en realidad, carecen de cualquier valor para la investigación judicial.

El adivino tiene en vigor dos órdenes de búsqueda y captura, una de ellas por liderar, presuntamente, la red que chantajeó al modisto Francis Montesinos y al estilista Tono Sanmartín. El diseñador entregó a la Guardia Civil el vídeo íntimo con el que fue extorsionado por un menor y dos hombres encapuchados que irrumpieron en su casa. Montesinos, que fue detenido por un delito de agresión sexual a un menor, declaró que le tendieron una trampa tras hacerse pasar el joven por un admirador y decirle que tenía 18 años. «O pagas o la próxima vez la cosa será muy diferente», espetó el chico de 15 años, según la versión del modisto.

Entre las pruebas que incriminan al futurólogo se encuentra una conversación que mantuvo con el menor, a través de WhatsApp, sobre la extorsión a Montesinos y la cantidad de dinero que le exigieron para no difundir el vídeo sexual.

La investigación se encuentra dividida. Por un lado, en los juzgados de Llíria se analiza la relación sexual con un supuesto menor y, por otro, la extorsión que sufrió el modisto para que este pagara una cantidad de dinero a cambio del silencio de la red. En la Fiscalía de Menores, por otra parte, se indaga acerca de la participación de los menores en la trama de extorsión. En el marco de estas diligencias es donde ha declarado el estilista Tono Sanmartín y también está citado su pareja.