Lo bueno siempre está de moda

En su recién estrenada agenda empresarial de participación en STARTinnova los estudiantes del Colegio San Agustín han tenido su "primera cita de negocios". Los jóvenes emprendedores han mantenido un encuentro con Lucía Zamora, Gerente del Grupo Deluz, en las instalaciones del buque insignia del grupo, el restaurante Deluz en la Calle Ramón y Cajal 18, de Santander.

La reunión ha sido en la biblioteca y con música de fondo, mientras en el local se preparaba todo para un nuevo turno de trabajo. El ambiente era de lo más propicio para el "brainstorming" y se notaba. Los participantes estaban fuera del aula para presentarle a su empresa sus ideas de proyecto. Su mentora les escuchaba atentamente.

En programas como este y, fuera del contexto académico se olvida la edad que tienen los interlocutores. Realmente es lo de menos importante, lo que prima es sus ganas de aportar. Prueba de ello es que dos grupos del colegio se encontraron entre los diez finalistas en la anterior edición de STARTinnova.

Quien nos dice que entre los cántabros más jóvenes de esta generación no se encuentra el relevo de Mark Zuckerberg o Steve Jobs, por ejemplo, cuando no el próximo Amancio Ortega, si hacemos gala patria o la familia Zamora si enarbolamos la bandera de la tierruca. La admiración con la que hoy la gente sigue la riqueza de sus fortunas en las principales listas de referencia económica mundial, contrasta con el escepticismo de sus comienzos.

Los jóvenes emprendedores tienen el modelo a seguir bien cerca. Escuchan atentos. Lucía Zamora les explica la historia del Grupo Deluz. Sin paños calientes. "Los inicios son duros y más en la Hostelería donde se trabaja durante el descanso de otros" les dice.

Empezaron en el año 2005-2006 cuando la situación era de todos menos fácil y propicia para emprender, pero eso fue lo que decidieron hacer. Fueron a contracorriente de los tiempos y del contexto socioeconómico, pidiendo un crédito muy fuerte, pero así fue como nació Deluz. Hoy la aventura empresarial continua bajo el paraguas de un grupo, ya que la familia ha crecido y suman 7 locales: 4 en Santander y 3 en Madrid.

Se arriesgaron y ahora se posicionan como una empresa consolidada y llena de proyectos, que da trabajo a alrededor de 200 personas. ¿Cómo empezaron? Ó ¿Por qué? Las respuestas se fusionan.

A la familia Zamora no les gustaba el ritmo que marcaba la sociedad y decidieron hacer algo al respecto. Se arremangaron y se pusieron manos a la obra. "Creamos una empresa en la que las personas son consideradas como tal y no como números" afirma Lucía Zamora, haciendo el comentario con sobrado conocimiento de causa ya que es Licenciada en Derecho por la Universidad de Cantabria y cuenta con un Máster en Inmigración por la Universidad Pontificia de Comillas y otro en Economía Social por la universidad del País Vasco.

Apuesta por lo cántabro

Apostaron por recuperar los productos ecológicos, los mismos que marcan los hábitos de comida saludable porque son "los de toda la vida", pero que en algún momento dejaron de serlo para convertirse en modas de productos artificialmente manufacturados, exitosamente publicitados y, sobre todo, bien ofertados.

Retornaron a un estilo que conectó con el público. Y lo hicieron creyendo en un equipo de personas y en los productores cántabros: ganaderos, pescaderos, agricultores, etc.

El éxito no depende ni proviene de una fórmula perfecta. El mensaje que la empresaria les lanza es claro. "Interviene la lucha como factor, a la que además tiene que sonreír la suerte" les dice, y añade que "es fundamental la unión para solucionar problemas y para apoyarse los unos en los otros".

Pero si hay un consejo que prevalece por encima de cualquier otro es el de "sentir pasión por lo que uno hace". Que nadie caiga en el error de pensar de que sea un tópico manido que suene a idealista. La palanca que mueve el mundo desde un punto de apoyo, que gritó en su día Arquímedes, hoy puede ser algo tan sencillo como "querer". Esa es la base, no exenta de olvidar, ni por un segundo, todo el sacrificio y el trabajo constante que implica sacar adelante los sueños para que dejen de serlo.

El Grupo Deluz sigue creciendo y participando en muchos más proyectos, entre los que se encuentra un servicio de catering para los centros escolares. Combinan la apuesta por la comida ecológica, por la extraordinaria cantera de productos con denominación de origen que hay en Cantabria y, por las personas con una política de integración en su empresa.

Su apuesta continúa con el programa STARTinnova porque creen en Cantabria y en sus posibilidades, que empiezan por los jóvenes a quienes hay que hacer caso.