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La propuesta que surge del trabajo desarrollado estos últimos meses por el equipo Mimo de Venus, del IES Alisal de Santander, de la mano de Zwit Project, su empresa mentora, tiene como finalidad ayudar a solventar los problemas socio-personales, como ansiedad, depresión y dificultades ... para la comunicación. Este grupo de Grado Medio, compuesto por cuatro alumnos, define su idea como un servicio socio sanitario que resuelve la falta de apoyo y facilita la comprensión ante «conflictos sociales importantes que están infravalorados por la sociedad pero que son realmente importantes».
Ante esta problemática la solución que plantean es la creación de una plataforma en la que se traten estos problemas a través de profesionales que participen en la aplicación para llegar «de manera inmediata a los clientes para la resolución de los conflictos planteados». Según el equipo, se trata de una «aplicación muy sencilla e intuitiva, de uso semi-gratuito, que atiende a necesidades sociales acuciantes que abarca un amplio rango de edades y propone eventos sociales saludables». Por ello, el servicio está destinado a adultos y a jóvenes de a partir de trece años.
Para llegar a la elaboración de este proyecto, los integrantes del grupo tuvieron en cuenta los estudios que indican que, durante la pandemia, el índice de suicidios, tanto en España como en otros países, «se ha incrementado de manera preocupante». «Por eso este problema está generalizado a nivel mundial. Muchos de estos suicidios vienen a raíz de problemas a los que se les resta importancia. A causa de estos estudios y hechos, es por lo que hemos decidido tratar con los problemas que más están llevando a este trágico final», señalan, añadiendo que su servicio está dirigido a personas que sufren problemas mentales o de adaptación social.
«Éstos abundan desde hace tiempo y a medida que pasan los años han ido en aumento, pero la sociedad no les presta toda la atención que merecen. En un principio nos proponemos abordar unos conflictos concretos, como la ansiedad, los problemas de comunicación y la depresión, pero, a medida que vayamos creciendo como empresa, nos gustaría poder trabajar con más temas relacionados», adelantan.
De momento, el equipo propone que la aplicación opere a nivel regional (Cantabria), con la intención de que vaya «abarcando más territorio una vez se haya comprobado el funcionamiento y efectividad del servicio». Por otro lado, respecto a la competencia, el grupo es consciente de que existen varios tipos de aplicaciones de autoayuda, además de profesionales de atención presencial, como psicólogos y psiquiatras. Sin embargo, esperan que sus clientes estén «satisfechos al cambiar su vida respecto a sus conflictos emocionales» gracias a este servicio.
«Para empezar, ofreceremos un servicio gratuito a los menores de 18 años desde que se inician en la aplicación hasta que cumplan la mayoría de edad. Además de ofrecer el sistema de ayuda electrónica, realizaremos actividades presenciales que ayuden a nuestro público para todas las edades. También propondremos retos diarios para mantener a la persona activa, como participar en nuestros eventos especiales para dar a entender al usuario que no solo son máquinas quienes les atienden, sino personas de carne y hueso como ellos y así ayudarles, para que no tengan ese sentimiento de soledad», resaltan los creadores.
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