Premios al emprendimiento con objetivos sociales

Eran diez proyectos finalistas de los cerca de cien que han participado en la undécima edición de STARTinnova, el veterano programa de fomento del emprendimiento entre los jóvenes estudiantes de Cantabria. En la Sala Argenta del Palacio de Festivales los nervios de los asistentes eran patentes. Tanto los de los estudiantes que formaban los diez grupos finalistas como los de sus profesores y los tutores de las empresas mentoras. No era para menos. La gala final de la iniciativa impulsada por El Diario Montañés era el colofón a más de seis meses de retos, ilusión y, sobre todo, intenso trabajo. Los diez finalistas fueron escogidos por el jurado del Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) entre los grupos de alumnos de los 17 centros educativos cántabros que han participado en esta edición. Y aunque al final se desveló el ganador, en realidad ganaron todos, incluso los que no llegaron a la fase final. Por lo vivido, lo aprendido y lo demostrado a lo largo del programa. Así lo pusieron de manifiesto tanto los presentadores de la gala, los periodistas de este periódico Álex Aguilera y Leticia Mena, como las autoridades y representantes de distintas entidades presentes. Entre ellos el Consejero de Educación, Sergio Silva; el presidente de Editorial Cantabria, Luis Revenga; el director de El Diario Montañés, Íñigo Noriega; Diego Lainz, director de Fidban; Luis Taboada, director territorial de Banca Comercial de Unicaja Banco en Cantabria; y Pedro José Duplá, director de El Corte Inglés en Santander.

Así, llegó el momento de conocer el primer premio, que fue para el proyecto 'DuoBin' del grupo GrassRecycling del CIFP La Granja, cuya propuesta consistió en un innovador sistema de gestión de los recursos orgánicos. Un galardón que sus miembros –Ignacio Tabernilla y Mario Cantera– compartieron con su empresa mentora, Bridgestone, una veterana del programa que consiguió ese primer puesto por primera vez en sus diez participaciones en STARTinnova.

Como es habitual, en realidad ese premio fue el último en darse a conocer y el que más nervios generó en la sala. Para entonces había ya dos equipos que ya habían recibido su reconocimiento. En el caso del tercer premio, recayó en el proyecto 'Hope', consistente en una aplicación dirigida a ayudar a los profesionales sanitarios a mejorar la gestión de los pacientes con riesgo de suicidio. Sus impulsores fueron los miembros del grupo PCD, formado por David Ruiz y Carla Hoyos, alumnos del Colegio María Auxiliadora (Salesianos) de Santander. En su caso, la empresa mentora reconocida por su trabajo de apoyo a estos estudiantes fue Ecrimesa.

En cuanto al segundo premio, distinguió el proyecto SanyDron, cuyo objetivo es el uso de drones para facilitar el acceso de medicamentos en las zonas de difícil acceso y en especial a las personas con problemas de movilidad. Esta propuesta estuvo impulsada por el grupo Manhattan, formado por Carolina del Campo, Jorge Madrazo, Jaime Gil, Sofía Morales y Alba Agüero, todos ellos alumnos del Colegio Calasanz, cuya empresa mentora fue la santanderina Acorde.

Como ocurre en cada edición de STARTinnova, ninguno de los miembros de los equipos ni de sus responsables en los centros educativos y sus empresas mentoras se fueron con las manos vacías. Mientras los centros recibieron una suma de dinero por los reconocimientos obtenidos y las compañías otra en publicidad en El Diario Montañés, tanto los jóvenes participantes como sus tutores se llevaron diferentes dispositivos electrónicos de última generación. Un merecido premio a su esfuerzo, su compromiso y su talento.

De la longevidad de STARTinnova como una de las iniciativas educativas más punteras y con mayor recorrido en Cantabria dio buena muestra el propio consejero de Educación, Sergio Silva, quien en su intervención, que sirvió para clausurar la gala de entrega de premio, reconoció su buen conocimiento de la misma tras haber participado como docente, como director de un centro educativo y de seguirlo ahora desde su posición al frente de su departamento. Silva ensalzó el valor de STARTinnova. «Es una satisfacción ver que en esta gran familia conviven los centros educativos y las empresas y van de la mano», destacó, al tiempo que aludió al valor de este tipo de sinergias tanto para el ámbito educativo como para el tejido productivo de la comunidad.

Silva también resaltó que con los casi 500 alumnos de esta undécima edición son ya más de 6000 los que han participado en el programa impulsado por este periódico.

Por su parte, Diego Lainz, director de Fidban, valoró que el talento de estos jóvenes ilustra «un futuro muy esperanzador», en tanto que Luis Taboada, director territorial de Banca Comercial de Unicaja Banco en Cantabria, valoró «la capacidad que tienen nuestros jóvenes para seguir sorprendiéndonos con su creatividad y su capacidad de trabajo». Uno de los aspectos más valorados por quienes intervinieron, como Pedro José Duplá, director de El Corte Inglés en Santander, fue el hecho de que «todos los proyectos tienen un fin social y aspiran a mejorar la vida de las personas». Y así es, afortunadamente. Un año más, y van once. ¿Lo mejor? Que STARTinnova prepara ya su decimosegunda edición.

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