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marta gutiérrez r.
Jueves, 23 de marzo 2017, 19:52
La robótica y la mecanización de todo tipo de artilugios convive con nosotros. Las noticias de los adelantos se suceden. Es difícil estar a la última, pero a la vez también no estarlo. La opinión generalizada es que todo lo que sea para mejor, es ... bienvenido.
Luego está quien apunta alto y piensa que innovar es presentar creaciones de altas miras. Sin embargo la realidad es más mundana y terrenal. El ciudadano quiere que su día a día sea más práctico. Piensa, con toda la razón del mundo, que si se han inventado según que cosas bien podía alguien centrar su atención en otras más cercanas y asequibles pero que esperan y no acaban de llegar.
Los estudiantes del grupo Wood Workers del IES Ricardo Bernardo, que participan en STARTinnova junto a su empresa mentora el Grupo Servirema, se han puesto manos a la obra en este aspecto. Han pensado en una forma de hacer más fácil la vida al ciudadano en uno de sus quehaceres más cotidianos: ir a la compra. Así es como ha nacido ERGOCART atendiendo al lema: ergonomía, calidad y satisfacción en sus compras. Han pensado, diseñado y trabajado en un prototipo a escala de un carrito de la compra que pueda elevarse y descender a gusto del cliente, de modo que tanto colocar los objetos como retirarlos se convierta en una tarea mucho más cómoda de la actual. El sistema de elevación y descenso es sencillo, fácil de mantener y no disminuye la capacidad de carga ni de apilamiento de unidades. Han colocado un motor, con un estudiado y ajustado coste económico al no necesitar de gran potencia, que permite la subida y la bajada del carrito.
Este nuevo modelo de carro de la compra, a diferencia del resto, dispone de una plataforma que puede elevarse y descenderse según la necesidad del usuario, lo que evita que tenga que agacharse al colocar o recoger los productos adquiridos. Pero eso no es todo. Dispone, también, de un frontal abatible que permite transportar más fácilmente las bolsas al coche, completando así el proceso de la acción de hacer la compra.
Los estudiantes emprendedores han detectado un nicho de mercado ya que no existen carritos en la actualidad que permitan al usuario mantener la espalda erguida al transportar los artículos de la compra: el punto de partida de este proyecto. Para el diseño han analizado toda la logística de este elemento, detalle de ordenación en los centros comerciales incluido, para que ocupen lo menos posible, una circunstancia para nada baladí que les ha obligado a replantearse continuamente su diseño. Después de muchas horas en el taller, de las que hay pequeñas muestras en YouTube, han ideado y fabricado un sistema que permite elevar y descender el carrito de compra, y por otro lado permite que el prototipo pueda ser apilado.
ERGOCART cubre pues, una necesidad no satisfecha por ningún otro carrito de compras cuya esencia de sus principales virtudes se resume en: facilitar la carga y descarga de los productos, produciendo dos efectos inmediatos como son cuidar la espalda con malas posturas y añadir un signo de valor y distinción al centro comercial que apueste por este nuevo sistema.
El pensamiento del grupo Wood Workers no se queda sólo en los carros de la compra sino que también ha ideado un sistema de similares prestaciones adaptado a las cestas y a los carritos de la compra, donde además se abre un mundo de posibilidades de diseño y seguridad, al incluir dotación GPS.
Su idea funciona. Les ha llevado a elevar saludablemente el proyecto y a descargarlo directamente en la final de STARTinnova IV.
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