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Dicen los agoreros que el periodismo tradicional tiene los días contados:«Pues igual están muy equivocados». La idea del periodista Julio Montes, fundador de Maldita.es, parte de la base de que es precisamente «toda esa mierda que circula libre por Internet lo que nos va a dar una nueva oportunidad de recuperar la credibilidad a los medios tradicionales». Fue uno de los participantes de la mesa redonda en la que ayer se debatió sobre las noticias falsas y el impacto que pueden alcanzar en la sociedad. Un debate en el que la periodista de El Diario Montañés Pilar González condujo la dialéctica del resto de tertulianas: Clara Jiménez, también fundadora de Maldita.es; la profesora Ana Serrano y la especialista en periodismo digital Ana Belén Leiño.
«Lo que tenemos que entender es que estamos en un tiempo en que vamos a poder vivir de un periodismo de calidad, que va a ser el principal valor diferenciador», continuó Ana Serrano. Se habló de un trabajo profesional, con informaciones contrastadas, que nada tiene que ver con la vorágine de la inmediatez de las redes sociales.
La cuestión es definir bien las prioridades. «Hace tiempo que Vocento, el grupo para el que trabajo, tomó la decisión de orientar los contenidos más hacia la calidad y menos hacia el clic fácil», concretó Pilar González. «Las visitas son importantes, claro, pero no lo son tanto como el prestigio que un medio puede ganar si piensa que la calidad es la base de su filosofía». Y ahí se abrió otra vía del debate, porque los clics condicionan la eficacia de la publicidad, y sin publicidad, no hay supervivencia, ¿o quizá sí?
«Hay que asumir que estamos inmersos en un tiempo en que nos va a tocar vivir un cambio de modelo de negocio», explicó Clara Jiménez. «Hay muchos medios tradicionales que han caído porque no están acertando a la hora de encontrar la vía de supervivencia».
Nadie sabe cuál puede ser exactamente. Pocos medios digitales basan su negocio en la publicidad. Y cada vez más el modelo de abonados gana terreno en algunas de las cabeceras más importantes del mundo. «Pero es que quizá deberíamos pensar también en qué es lo que se le puede ofrecer a la gente en Internet. No basta hacer un volcado literal de las informaciones que aparecen en la edición de papel», explicó Ana Serrano.
Quizá las posibilidades audiovisuales podrían facilitar que se utilizara un lenguaje concreto para cada mensaje. «Ese concepto de transmedia es fundamental para comprender que el público quiere que los medios digitales aporten un valor añadido al papel», agregó.
Siempre habrá un segundo frente de batalla, «aquel en el que todos combatiremos con las mismas armas», esbozó Julio Serrano. «El medio serio tiene que desprestigiar al bulo y jactarse de haberlo hecho. No es juego sucio, es simplemente utilizar las mismas armas que utilizan ellos para crear confusión». Por eso un medio de calidad puede hacer buen periodismo también en redes sociales. «Podemos desmentir un bulo y viralizarlo y será el mejor modo de contrarrestar el daño que haya producido la mentira. Además, así, ganaremos credibilidad a pasos agigantados».
Aunque nada de todo esto servirá si no se trabaja en educación digital. «Hay que enseñar en los colegios y los institutos cómo se puede identificar informaciones falsas. O al menos a desconfiar de lo que no tiene pinta de ser cierto. Eso es clave para construir una sociedad prevenida ante este tipo de bulos», remarcó Clara Jiménez.
No solo sobre contenido se habló ayer en el Santander Social Weekend. Una de las herramientas básicas para agilizar la navegación en Internet fue desvelada en la ponencia de la experta Aleyda Solis. La llaman AMP, y básicamente consiste en una tecnología capaz de aliarse con Google para disparar el posicionamiento de ciertas páginas web. «La media de muchas páginas de medios conocidos tardan más de 10 segundos en cargar. Eso es insufrible para muchos usuarios», explicó Solis.
Hace tiempo que Google resolvió estos problemas con esta tecnología capaz de generar una web optimizada para alcanzar una carga más ágil. «No es más que una etiqueta que se añade al final de la página. Un signo que nos garantiza que el buscador la identificará como un espacio prioritario y con eso lograremos una velocidad mucho mayor». Solo así se puede optimizar la velocidad de carga y solo así, también, se puede concienciar a los desarrolladores de que AMP puede servir, además, para rediseñar el desarrollo web.
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