El pescador que no era de nadie: historia de un inocente en prisión
Juan Cano | Málaga
Tomás Martínez estuvo un año entre rejas porque lo confundieron con un narco en una playa de Marbella. Ahora vive enclaustrado en una casa en el campo en un pequeño pueblo de Badajoz. «Me iría a una cueva si pudiera», dice. Han pasado 13 años y ni siquiera le han pedido perdón