Nuevos sondeos para eliminar las filtraciones de agua en La Turbera

El concejal de Medio Ambiente, José Luis Urraca, que visitó los trabajos este viernes, ha explicado que se están realizando análisis químicos de muestras de agua para «determinar el movimiento del agua en la zona, eliminar la incertidumbre que había quedado en una primera fase de estudios», y corroborar también las características físico-geológicas de la zona. Además, ha subrayado Urraca, se realiza un control permanente en la zona del movimiento de agua, lo que permitirá que la solución definitiva que se aporte sea «la más indicada y que no deje ningún fleco suelto».

Compromiso del Gobierno

El edil socialista ha recordado que estos estudios son una prueba del «compromiso» que ha adquirido el Gobierno de Cantabria con el Ayuntamiento de Torrelavega, que «hasta ahora no había sido posible con los anteriores gobiernos del Partido Popular». Urraca ha añadido que por fin el Ayuntamiento ha encontrado una Administración pública autonómica que se ha decidido a ayudar al Consistorio torrelaveguense, que «hasta ahora se encontraba solo ante esta problemática, dado que, debido a la legislación actual, no tenía competencias para actuar en el terreno».

Eso sí, pasan los años y los vecinos de La Turbera, un pequeño barrio de Torres, en el límite con Puente San Miguel, siguen sin encontrar una explicación a las filtraciones de agua subterránea que sufren sus casas. Los informes técnicos de las administraciones implicadas (municipal, regional y estatal) no están ayudando a solucionar el misterio, sino todo lo contrario. Unos apuntan al embalse de la mina de Reocín como posible culpable y otros al talud de la Autovía del Cantábrico. Los vecinos viven angustiados y temerosos de perder sus casas, que, en la mayoría de los casos, es su principal patrimonio. Epifanio Fernández, uno de los afectados, dio la voz de alarma en 2012.