Una cooperativa construirá diez viviendas junto a la Plaza de La Llama

El mercado inmobiliario de Torrelavega comienza a moverse, o al menos a dar señales de vida después de unos años de oscurantismo. No obstante, tampoco es como para echar las campanas al vuelo ya que no se ve en un horizonte próximo el inicio de grandes promociones al estilo de las que copaban el mercado en los años del boom inmobiliario, sino que son las promociones más modestas las que tiran de momento del mercado.

A falta de grandes grupos inversores y de promotoras de las de antaño, las cooperativas vuelven a cobrar protagonismo como lo hicieran hace años para levantas nuevos edificios de viviendas. Esta es la fórmula que un grupo de pequeños inversores ha elegido para construir un edificio de diez viviendas y garajes en la calle Juan José Ruano.

El lugar elegido no puede ser más céntrico junto a la Plaza de La Llama y el proyecto, cuya inversión supera el millón y medio de euros, prevé la demolición del edificio actual ubicado en el número 13 de la calle Juan José Ruano. Además, el proyecto no plantea la construcción de bajos comerciales sino que opta por garajes en la planta baja. La Sociedad Cooperativa Mirador de Ruano ya ha presentado en el Ayuntamiento el proyecto y se espera que a lo largo de los próximos días se concedan las primeras licencias.

La empresa Gesvinor S.L., con domicilio en la calle Menéndez Pelayo, a través de la cooperativa Mirador de Ruano tiene previsto construir diez viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios, además de garajes. La idea es derribar el viejo edificio que ocupa la parcela y levantar uno nuevo de tres alturas además de bajo cubierta, aprovechando los 1.300 metros cuadrados que aproximadamente ocupa la finca. De este modo, el bloque nuevo de viviendas tiene un volumen superior al viejo edificio.

Los pisos, dependiendo del número de habitaciones oscilarán entre los 78 y los 160 metros cuadrados y por lo que respecta a los precios de venta irán desde los 120.000 a los 178.000 euros. El precio de los garajes, por su parte, podría variar entre los 14.000 y los 30.000 euros.

En cuanto a plazos, si los trámites no se retrasan desde Gesvinor señalan que lo ideal sería comenzar las obras este mes de septiembre de forma que a finales de 2018 la promoción pudiera estar acabada. La empresa gestora Gesvinor destaca en el proyecto que la cooperativa de viviendas es una entidad sin ánimo de lucro, formada por un grupo de personas que comparten básicamente la necesidad de una vivienda y se unen para acceder a ella en las mejores condiciones de calidad y coste posibles, por lo que los pisos se adquieren a un precio menor que el que permite otro tipo de promoción. Además, es la propia cooperativa la que promociona las viviendas para adjudicárselas a sus socios a precio de coste.

Los promotores reconocen que los bancos no dan préstamos hasta que no está comprado el suelo y vendida una buena parte de la promoción sobre plano. Eso indica que debe hacerse a bajos precios y dificulta el retorno de promotores. Y es en este escenario donde están entrando las cooperativas, que son las que están participando en la compra de suelos. Por su parte, la gestora es una sociedad especializada en la gestión de cooperativas que prestará sus servicios de asesoramiento y gestión integral de la cooperativa, desde su constitución hasta la entrega de las viviendas por unos honorarios pactados por ambas partes.