El acusado de dejar morir a su madre no va al juicio, le declaran en busca y captura y lo detienen en un bar

Tras la celebración el lunes de la primera sesión del juicio frente a Herminio Jesús Laguillo, en la que, a su manera, reconoció todos los hechos por los que se le acusan y aceptó la pena de 16 años de cárcel, este miércoles estaba prevista la celebración de la segunda sesión con la práctica de las periciales, entre ellas la del reconocimiento médico que le realizaron el martes –hasta ahora no había accedido– para conocer si padece algún trastorno mental.

Sin embargo, el acusado no se personó a la vista. Su anterior abogado, con el que acudió el lunes a la primera sesión, estuvo esperándole un rato en Torrelavega, pero no se presentó. Entonces la magistrada Paz Aldecoa le puso en busca y captura.

Hora y media después, la Policía le localizó en un bar ubicado cerca de su domicilio, al que suele acudir habitualmente. Pero cuando fue puesto delante de la magistrada la explicación que dio fue que se había «dormido». Una justificación que no convenció al fiscal, que solicitó su ingreso en prisión provisional sin fianza para asegurar la presencia del encausado en el procedimiento y ante un posible riesgo de fuga. «El señor fiscal miente», respondió el acusado ante esta petición. «Soy consciente de este proceso y de lo que se me imputa. Yo hoy, sinceramente, he hablado con mi antiguo letrado a las 10.06 horas (la vista estaba señalada a las 10.00) y me ha dicho que estaba en busca y captura». Tras estas palabras, la presidenta del tribunal del jurado aceptó la petición y Herminio salió esposado de las Salesas rumbo a El Dueso.

Pero antes de ese momento, las forenses que lo han explorado explicaron que el acusado, que tiene una adicción al alcohol, no padece ningún trastorno mental y es consciente de lo que ha hecho. Es decir, descartaron que ese consumo diario, «pero no grave», haya deteriorado su capacidad cognitiva-intelectual de comprensión. «No tiene un trastorno mental grave que le impidiera haberse dado cuenta de lo que pasaba», resaltaron las peritos.

La forenses también señalaron que ese «abandono total» de la víctima no ha sido un hecho puntual, sino una conducta «muy mantenida en el tiempo». «Cognitivamente está bien pero sorprende la falta de empatía y la frialdad emocional que presenta», añadieron las peritos, que, a preguntas de la defensa, descartaron que sufra un Síndrome de Diógenes, teniendo en cuenta el estado de suciedad y desorden que presentaba la habitación en la que murió la madre. «Esa patología está basada en conductas por acumulación de desperdicios y su estilo de vida era disfuncional. No cuidaba de la madre ni de él y lo justifica como una dejadez, No hacía las tareas domésticas y tampoco pedía ayuda. Apenas trabajó un par de años de joven, por lo que carecía de recursos propios y siempre dependía de otras personas».

Tras la prueba pericial, el fiscal modificó su escrito de conclusiones y rebajó de 20 a 16 años de cárcel su petición de pena al retirar la agravante de parentesco «porque sería como condenar por lo mismo dos veces». «La pena es proporcional para unos hechos muy graves y lamentables».

El representante del Ministerio Público aseguró que, pese a las circunstancias en las que se encontraba su madre, «no hizo nada». «Tuvo tiempo de sobra para buscar ayuda. Era perfectamente consciente de lo que hacía. Esto va más allá de una mera negligencia». Con todo esto el fiscal concluye que «la muerte fue buscada por el propio acusado». «No hizo nada por salvar a su madre, todo lo contrario, la dejó morir en la cama».

Por su parte, la defensa, que cree que su cliente padece un Síndrome de Diógenes pasivo, resaltó que los forenses han detectado que el consumo de alcohol ha dado lugar a una «anomalía leve». «¿Hasta qué punto una persona que se abandona entiende que tratar igual a su madre es perjudicial?», planteó.

Este jueves se conocerá el veredicto del jurado.