

Secciones
Servicios
Destacamos
Pistoletazo de salida fundamental al proyecto de integración ferroviaria de Torrelavega. El Administrador de Infraestructura Ferroviarias (Adif) ha sacado a concurso público este martes los ... trabajos para construir el desvío provisional de las vías de tren a su paso por la ciudad, la obra previa al soterramiento. Valorada en 5,2 millones de euros, la infraestructura está llamada a absorber el tráfico ferroviario durante el enterramiento de los raíles a su paso por el centro. Eso vendrá después. De aquí al próximo año y medio, aproximadamente, el Ministerio, el Gobierno y el Ayuntamiento -que financian los trabajos al 50, 30 y 20%- se volcarán en levantar este 'sustituto' provisional entre Torres y La Inmobiliaria por el norte de Torrelavega, paralela al río. Desde este lunes, el Estado abre un plazo de presentación de candidaturas para que las empresas aspiren al contrato; luego, llegará la adjudicación; las obras después de verano, unos meses más tarde de lo previsto por el Ayuntamiento en las últimas semanas.
La noticia de este martes sigue siendo, fechas al margen, un hito para unos socios de coalición (PRC-PSOE) que han salido en tromba para dar la buena nueva a los ciudadanos. «Hoy es un día importantísimo para Torrelavega, comienza a hacerse realidad un proyecto vital para la ciudad, demandado por los vecinos desde hace siete décadas, el soterramiento», celebraba el alcalde, Javier López Estrada; «El PSOE garantiza el compromiso de ejecutar esta obra histórica, de la misma forma que ha sido este partido el que ha realizado todas las grandes inversiones de la ciudad en los últimos 40 años», reivindicaba el secretario general de los socialistas y candidato a la Alcaldía, José Luis Urraca.
Y que no engañe el nombre del proyecto. El desvío provisional que se levantará desde finales de 2023 no es para siempre, pero tampoco convivirá con Torrelavega un par de días. Estará en servicio durante, mínimo, cuatro años, es decir –y con los plazos que hay reflejados hoy sobre la mesa–, desde finales de 2024 hasta finales de 2028. Entre tanto, desde el momento en que este recorrido alternativo quede terminado y listo para absorber el flujo de trenes, el Estado podrá empezar a soterrar las vías: las obras de ejecución del ‘falso túnel’ entre la calle Pablo Garnica y Paseo del Niño, primero; y la creación de la nueva estación y urbanización del entorno liberado, después. Todo durante esos cuatro años y, en total, por una cantidad de entre 80 y 100 millones.
Esa es la hoja de ruta oficial y con la que cuenta el Ayuntamiento de Torrelavega: empezar a enterrar las vías tan pronto como termine la obra del desvío. Administrativamente queda un mundo para ello, eso sí. Hoy por hoy, no existe un proyecto de ejecución para el soterramiento de las vías, algo que viene generando suspicacias no sólo en el seno de la Corporación o del Parlamento regional sino en la propia sociedad torrelaveguense, que viene escuchando anuncios sobre este tema desde hace décadas.
Al margen de su importancia histórica, todas estas obras van a suponer un trastorno importante para las rutinas de miles de torrelaveguenses. Ya no es sólo que las máquinas vayan a poner el suelo patas arriba durante un año, que también; si no que, durante los cuatro años siguientes, hasta finales de 2028 –mínimo–, habrá cambios importantísimos para todos. Estos son algunos.
Por lo pronto uno fundamental para usuarios de tren. ¿Dónde me bajo si voy a Torrelavega? La respuesta está en el proyecto: en Barreda. Torrelavega no tendrá estación ferroviaria en el centro durante al menos cuatro años. Cerrado el cauce de convoyes por Pablo Garnica y el Paseo del Niño, el Ministerio reprogramará las paradas en la estación de Barreda. El cambio afecta a las 110 circulaciones con un alto en el corazón de la ciudad.
La estación de siempre, frente a la Avenida Menéndez Pelayo, puede quedar fuera de servicio hasta la próxima década si los plazos no ayudan. Terminado el desvío provisional, aquellos pasajeros que viven o necesitan acudir al casco urbano están abocados a la solución que propone la licitación: un servicio complementario de autobuses entre las estaciones de Puente de San Miguel y Torrelavega Centro, en el caso de la línea 1; y entre ésta y Barreda, para la línea 2.
Una comparativa. Fíjense en el peaje que pagará Santander debido a los planes de Renfe y Adif para mejorar la red de Cercanías: los pasajeros que viajen desde la capital cántabra a Madrid tendrán que desplazarse hasta Torrelavega en autobús para, una vez allí, comenzar el viaje en tren. Ese sistema durará hasta 2024 y ha levantado una sonada polémica; en Torrelavega, lo de coger el autobús después de apearse de un Cercanías durará cuatro años como mínimo.
¿Por dónde llegarán al centro esos autobuses? Desde luego no por el puente de Aspla hacia Pablo Garnica. Ese acceso al casco urbano queda totalmente cortado por el itinerario del desvío provisional en detrimento de una Avenida de Solvay que, por sí sola, ya es una de las vías más castigadas por los atascos. Hoy por hoy, por esa carretera circulan 22.000 vehículos a diario, según datos municipales. La integración ferroviaria puede traducirse en muchos más de aquí al próximo lustro. La carretera Viveda-Barreda está llamada a aliviar ese viaje.
Otro asunto clave tiene que ver con el ‘skatepark’ de La Lechera, un obstáculo en el recorrido provisional. El Ayuntamiento prevé demolerlo este diciembre para dejar vía libre a los trenes. En su lugar, el municipio estrenará una zona de patinaje similar en el entorno del pabellón de Nueva Ciudad. Después del soterramiento, Torrelavega volverá a levantar las pistas originales. Esa máxima, la de restaurar todo a como estaba antes, vertebra todos estos planes previstos en el anillo norte.
El Ayuntamiento vive desde este martes una jornada de júbilo tras conocer el paso adelante de Adif. Como alcalde, Javier López Estrada encarna ese entusiasmo: «Esta licitación demuestra que lo hemos conseguido. Ya no hay marcha atrás: el soterramiento se ejecutará y será la insignia de la Torrelavega del futuro que estamos construyendo», celebraba, agradecido al «esfuerzo» del Gobierno regional, Adif y el Ministerio de Transportes tras «cuatro años sin parar de trabajar». De ahí su balance: «De las tres obras de integración ferroviaria de Cantabria –con Santander y Camargo–, la de Torrelavega era la más atrasada en 2019. Hoy somos, sin duda, la más avanzada».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.