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El contrato del servicio de alumbrado público en Torrelavega concluyó en octubre del pasado año y después de agotar todas las prórrogas. El Ayuntamiento sabía cuándo expiraba el convenio, que se firmó con Telnor en 2018 con un plazo máximo de cinco años; y, ... sin embargo, el siguiente no se licitó hasta marzo de 2024, medio año después. Toda esta falta de previsión ha derivado en una situación precaria y en un servicio de alumbrado público que a día de hoy sigue sin contrato, todo mientras las incidencias en diferentes zonas y barrios de Torrelavega se disparan. Entre tanto, el nuevo contrato sigue sin ver la luz porque una de las licitadoras, la segunda mejor valorada –Effico–, ha recurrido la adjudicación de la Mesa de Contratación, retrasando la elección de Veolia como nueva firma encargada y dejando el asunto en manos del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
Este tipo de imprevistos son comunes. Podían ocurrir y han ocurrido; el problema aquí es que el contratiempo viene a extender en el tiempo la situación precaria que ya arrastraba el servicio, tras la ausencia total de trabajos en cuidado de que esto llegara a ocurrir. Y el 'apagón' en el contrato de servicios electroindustriales no se solucionará mañana. El equipo de gobierno (PRC-PSOE) prevé que los apuros se alarguen al menos un mes más, como han estimado en los últimos días tanto el alcalde, Javier López Estrada –en el Pleno de la semana pasada, a preguntas del PP–, como el concejal de Obras y Servicios, José Luis Urraca. Este no descarta que la precariedad dure el doble; todo depende de cuándo resuelva el Tribunal.
Entre tanto, las farolas apagadas, las calles a oscuras y los problemas en general proliferan como nunca en los barrios de Torrelavega. Los comentarios sobre estas incidencias por parte de los vecinos han llenado las redes y también el buzón del Consistorio torrelaveguense, episodios de los que ha dado cuenta el principal grupo de la oposición (PP) en el último Pleno y que también reconoce el concejal y primer teniente de alcalde.
«Se está produciendo un aumento puntual de incidencias en la red de alumbrado público. Y se está dando la extraña circunstancia de que fallen los relojes que regulan los encendidos más de lo habitual. No ha sido posible realizar el mantenimiento necesario en la red por falta de personal propio y de contratas y el Ayuntamiento se encuentra en una situación excepcional. Estamos ahora en una situación compleja y singular», valora Urraca, en relación a todo este contexto de precariedad en el servicio.
La ausencia de un contrato en el servicio de alumbrado no está evitando que la Administración atienda y resuelva «todos los avisos», como incide Urraca, antes de invitar a los vecinos a comunicar todas estas averías al Consistorio. Según asegura el primer teniente de alcalde, sería la propia adjudicataria propuesta del nuevo contrato –Veolia– la que se estaría haciendo cargo de este mantenimiento, a pesar de que el concurso público aún no ha culminado en la firma del contrato. Así, el alumbrado sigue en precario y sin entrar en vigor el contrato que se adjudicó hace ya dos meses, por 4,2 millones.
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