El aparcamiento regulado convence a los vecinos, pero «limita» a los transportistas

Como él, son muchos los residentes que, aún aprobando una ERA que «genera movimiento», son conscientes de la cortapisa que sufre un sector ya lastrado por la situación económica. Los transportistas corroboran esa tesis: no tan lejos de ahí, en la calle Augusto González Linares, Marino Marcos ojea la rutina que tiene por delante sentado en la furgoneta. «Para nosotros es una faena porque repartimos todo el día. Si no tenemos donde aparcar, ya me dirás. La medida puede suponernos un problema», revela.

Su testimonio no es aislado y tiene eco en otras calles de gran actividad como Ruiz Tagle -aquí, de hecho, una de las zonas de carga y descarga concede una hora más al sector debido a la plaza de abastos-. Ángel Saiz, otro profesional, salía precisamente de ahí cuando, ayer, fue preguntado por este sistema. «El horario debería ser el de siempre en todos sitios. Vengo cada semana y, como tantos otros, necesito un margen mínimo para trabajar. Nos limita».

El recorte perjudica a unos y beneficia a otros. Enrique Blanco, que viene desde San Vicente de la Barquera, forma parte del segundo grupo. Acaba de aparcar prácticamente en la puerta del Centro de Especialidades. ¿Dónde? En otra de las 123 zonas de carga y descarga transformadas. «A los vecinos que venimos de otros municipios nos viene muy bien y nos hace la vida más cómoda, para un recado o para cualquier cosa», avala.

Y hablando de recados. Otro conductor, Sergio Leñero, vino ayer a la ciudad precisamente para eso y logró aparcar en una zona regulada, en la calle Joaquín Hoyos. «Para los conductores que hacemos un recado rápido es una buena noticia y nos beneficia, pero entiendo que perjudica mucho a los repartidores».

La ERA inauguró en julio un periodo de prueba supervisado por personal especializado y que orientará a los conductores. Hasta septiembre, la Policía Local no multará las infracciones, pero cabe ir acostumbrándose. Esa transición puede ser complicada para los ciudadanos menos acostumbrados a la tecnología. El modelo sólo funcionará con aplicación móvil. Ayer, a preguntas de este periódico, más de un vecino lamentó la «brecha digital» que este puede abrir: «Los mayores se pueden volver locos», decía alguno.

En resumen: la ERA libera 123 zonas de carga y descarga y las convierte en plazas a disposición de todos los conductores. De 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 -sábados sólo por la mañana-, se podrán ocupar durante un tiempo limitado: hasta dos horas, si tienen tarjeta ciudadana; una y media, el resto. Pasado ese rato, a mover el coche. Y, si no, multa. La ordenanza no se aplicará ni de 14.00 a 16.00 horas ni pasadas las 20.00 horas. Y algo muy importante: las plazas debe quedar libres para los proveedores a partir de las 08.00 horas.