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Una familia. El grupo joven de la Escuela de Circo y Teatro Físico posa en sus instalaciones del pabellón Vicente Trueba.

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Una familia. El grupo joven de la Escuela de Circo y Teatro Físico posa en sus instalaciones del pabellón Vicente Trueba. Luis Palomeque

El arte de apoyarse unas en otras con una nariz roja

Educación. ·

La Escuela de Circo y Teatro Físico suma dos décadas de piruetas y 2.500 alumnos gracias a un método que nutre cuerpo y alma

Javier Gangoiti

Torrelavega

Domingo, 28 de mayo 2023, 08:18

«A veces, cuando vengo cansada o frustrada por algo, mis compañeras me alegran el día y salgo muchísimo mejor. Este sitio es un espacio de terapia para mí. Me emociona el grupo de amistades que hemos creado. Son mis mejores amigas». Cuando está ahí ... arriba, en el trapecio o en la tela acrobática, Carla Jorrín está haciendo algo más que entrenar danza o técnicas aéreas. Se acuerda de cuando llegó por primera vez a la Escuela Municipal de Circo y Teatro Físico de Torrelavega, hace cinco años, cuando tenía quince, de su crecimiento hasta ser una persona cada día más fuerte y, sobre todo, de las compañeras incondicionales que ha hecho y que le acompañan desde entonces a lo largo de los brincos, piruetas y saltos que da la vida. Miedos, risas, lágrimas, desahogos, momentos de estrés, de complicidad, reencuentros, despedidas, buenos tiempos, malos tiempos… Pase lo que pase, ellas –mayoría clara en esta institución pionera fundada hace 19 años– saben que nunca saltan al vacío; abajo hay siempre una mano, un hombro o una mirada cómplice, ese equilibrio que todos necesitan y que aquí, a pesar de unas instalaciones limitadas en el pabellón Vicente Trueba, cristaliza a través del mayor espectáculo del mundo y, sobre todo, en el arte de apoyarse unas a otras con una sonrisa, un abrazo o una nariz roja.

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