El ascensor del edificio apuntalado en Torrelavega se desploma y causa un nuevo sobresalto

«Yo vivo en la cuarta y última planta, y cuando subía a la altura de la tercera, el ascensor se atascó y cuando iba a pedir ayuda a los vecinos, empezó a caer tambaleándose y a una velocidad fuerte. Tu juro que pensé que no lo contaba. Me llevé un susto tremendo», explicaba Leticia Fernández, muy afectada por lo sucedido. «El ascensor cayó hasta el portal -añadió- y no sé cómo logré salir. Subí las escaleras para casa con un ataque de ansiedad. Me temblaba todo y los médicos me dieron una pastilla para debajo de la lengua porque no podía con la vida».

Otra vecina, Lourdes Verdeja, fue la que llamó al servicio de emergencias (112) y minutos después recibieron la asistencia de efectivos de «bomberos, policías, la ambulancia...». «Yo no sé si es culpa del edificio o una avería del ascensor -señalaba-, pero está claro que así no podemos seguir porque peligran nuestras vidas. Apuntalaron el edificio, pero nadie ha garantizado por escrito que aquí no va a pasar nada. Si tienen que desalojarnos que nos desalojen y que se quiten de tonterías. No podemos seguir con este sinvivir. Se oye crujir por las noches. Estamos asustados».

En el lugar del accidente se personó también un técnico del Ayuntamiento, pero su visita provocó aún más malestar entre los afectados: «Nos dijo que el Ayuntamiento no tiene la culpa y que no pueden hacer más, pero lo que no dice es que concedieron una licencia de obra menor a la empresa y que hizo una obra mayor que provocó daños en el edificio. Lo dice la sentencia judicial firme que tenemos y que ellos ponen en cuestión».

Los vecinos ya mostraron su preocupación a principios de este mes porque la caída de cascotes en la vivienda más afectada, obligó a los bomberos a colocar más puntales y clausurar una de las habitaciones. El Ayuntamiento ha ofrecido a la propietaria del piso, Blanca Hernández, alojamiento alternativo en un hotel, pero, de momento, lo ha rechazado. La vecina, que tiene 72 años, vive sola y se encuentra en tratamiento psicológico tras la reciente muerte de un hijo.

Además de los bomberos, la visitaron el alcalde, Javier López Estrada, y el concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega. Blanca, muy preocupada, señalaba cómo aparecen grietas nuevas en la casa, las ventanas «funcionan mal» y cómo los bomberos incluso han pegado los azulejos de la cocina con cinta americana «porque se siguen cayendo».

Los vecinos del número 6 de la calle Coro Ronda Garcilaso, en el barrio de El Zapatón, iniciaron hace varios años su lucha por unos daños que achacan a la construcción del Punto de Encuentro Familiar en la planta baja. Los afectados lograron el pasado mes de octubre que el Ayuntamiento parase las obras de asfaltado del aparcamiento cercano, ante el temor a que la maquinaria provocase nuevos daños.