La Audiencia juzga la próxima semana a la acusada de matar a su cuñada en Torrelavega

El plenario arrancará con la constitución del tribunal y concluirá con el veredicto, tras el interrogatorio a la implicada, testigos y peritos, y las conclusiones e informes de las partes.

El ministerio público acusa a P.D.T.V., nacida de 1974 en la República Dominicana, de asesinar presuntamente a la hermana de su pareja, con el que residía en el barrio Covadonga de la ciudad desde 2011 y desde hacía unos seis años también con la víctima.

Según el escrito de esta parte, en 2018 el hombre sufrió un ictus y desde entonces la procesada se «obsesionó» con que su familia política «conspiraba a sus espaldas» para «dejarla sin domicilio si él era trasladado a una residencia», con la finalidad de «perjudicarla, deportarla o matarla».

Centró esa obsesión con su cuñada, a la que incluso culpaba de haberse apoderado de correspondencia relacionada con unas ayudas sociales solicitadas por la acusada.

Así, la relación entre ambas fue «especialmente conflictiva» y la víctima que colocó un pestillo en su habitación para evitar que entrara en ella sin su consentimiento, tras recibir amenazas de muerte de la implicada, hacia ella y su hija.

Según el fiscal, el día en que sucedieron los hechos la hija del hombre acudió al domicilio de su padre para acompañarle al Hospital Valdecilla donde tenía consulta, saliendo ambos en una ambulancia sobre las 8.00 horas.

Pese a que normalmente iba con su pareja a las visitas médicas, esa mañana la acusada no lo hizo, extremo que le había advertido ya el día anterior «sin dar explicación alguna», por lo que se quedó en la vivienda con la víctima. Según la acusación pública, «había decidido quedarse a solas en casa con su cuñada y acabar con su vida».

Así, aprovechando esa situación, cogió una navaja de unos 22 centímetros de hoja de la cocina y esperó a que su cuñada saliera de su habitación, extremo que sucedió sobre las nueve de la mañana.

Con el propósito de acabar con su vida, y «sin opción a que esta pudiera reaccionar, puesto que se acababa de levantar», le propinó numerosos golpes en cara y cuerpo. Logró arrinconarla y que cayera sobre la cama, donde la acuchilló de forma reiterada en rostro, tórax y abdomen. Le causó además múltiples cortes en el cuello y en las extremidades superiores e inferiores. Las lesiones mortales afectaron al corazón, los pulmones y la aorta.

La procesada atacó «sorpresivamente» a la víctima, recién levantada y en el dormitorio, sin que tuviera «posibilidad alguna de evitar el ataque, defenderse o huir», destaca la Fiscalía. De hecho, destaca que estando sobre la cama asestó a su cuñada aproximadamente 16 puñaladas en tórax y abdomen, incluidas las que le provocaron el fallecimiento.

Asimismo, «estando ya casi sin vida y con escasa conciencia», continuó apuñalándola con diversos cortes en el cuello, algunos con indicios de degollar a la víctima, en la parte posterior del tórax-abdomen y en extremidades, «con la voluntad de aumentar el dolor de la víctima ignorando el sufrimiento que le estaba causando».

Después, la acusada guardó el arma empleada en la cocina y tras saber que se había avisado a la Policía, intentó prender fuego a la casa y al cuerpo ya sin vida de su cuñada, llegando a cortarle los tendones y músculos de la muñeca izquierda.

Al lugar acudieron, avisados por familiares, agentes de la Policía Nacional y Bomberos, que lograron sofocar el incendio y detener a la implicada.

La cuñada falleció, entre las 9.00 y las 11.00 horas, por un «shock hemorrágico por lesiones viscerales y vasculares múltiples» que le ocasionaron como causa inmediata de la muerte una «anoxia encefálica por anoxia isquémica». Tenía una hija nacida enero de 1985, que no residía con ella y era independiente económicamente.

Por su parte, la acusada se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el día siguiente de los hechos, que tuvieron lugar el 26 de julio de 2019.

Según la Fiscalía, cuando sucedió todo «presentaba un trastorno psicótico» y un «trastorno de la personalidad» que afectaba «gravemente a sus facultades».

El ministerio público entiende que es un delito de asesinato con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco y la eximente incompleta de alteración psíquica.

Pide catorce años y nueve meses de prisión y ocho de libertad vigilada para la implicada tras la condena y prohibición de aproximarse a la hija y hermano de la víctima a menos de un kilómetro o comunicarse con ellos durante 18 años.

También interesa que la procesada indemnice con 60.000 euros a la hija de la fallecida y recomienda que siga un tratamiento médico externo o control médico periódico«.

La acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, también entiende que es un delito de asesinato y eleva a 22 los años de prisión solicitada mientras mantiene los 8 de libertad vigilada.

Mientras, fija en 16 años la prohibición de aproximarse al domicilio, lugares de trabajo o cualquier otro frecuentado por la hija de la víctima, la pareja de la acusada y sus hijos, a menos de 2 kilómetros de distancia. En concepto de responsabilidad civil pide la misma suma que el fiscal, 60.000 euros.

Por su parte, la defensa interesa la libre absolución de su representada, natural de República Dominicana, de 46 años y sin antecedentes penales.