Torrelavega busca salón de plenos desde hace seis meses

El Pleno del pasado 11 de noviembre fue el primero que celebró la Corporación fuera del Palacio municipal desde 2001, año en el que la ciudad brindó uno de sus homenajes al tricampeón del mundo del ciclismo, Óscar Freire, acto que se realizó en el Bulevar Demetrio Herrero. En 1988 también hubo traslado de las sesiones plenarias, en aquella ocasión a la Cámara de Comercio, con motivo de la restauración de las pinturas del Salón de Plenos, obra del artista catalán Ramón Fraxenet.

El escenario de aquella sesión plenaria de noviembre fue la Sala de Juntas del edificio que acoge ahora las oficinas municipales, justo enfrente de la originaria Casa Consistorial, en la Plaza Baldomero Iglesias. Durante el Pleno se dio cuenta de la resolución de la Alcaldía, fechada días antes, que ordenaba el traslado de las sesiones plenarias al citado inmueble (antiguos juzgados) por «causa de fuerza mayor», una vez desalojado el Palacio municipal por los graves daños estructurales que sufre el centenario edificio, que acoge el Ayuntamiento desde 1926.

A pesar de ser la mayor estancia, la Sala de Juntas, que acoge los plenos desde entonces, tiene una capacidad muy limitada. Sólo se autoriza el paso de los medios de comunicación y ocho personas del público. Dado que la rehabilitación del Consistorio podría tardar en realizarse varios años, se barajan otros emplazamientos con mayor aforo para acoger las sesiones plenarias.

Tras varias semanas de dudas, la Junta de Portavoces acordó el 24 de noviembre, por unanimidad, que la Corporación trasladase sus sesiones plenarias al Centro Nacional de Fotografía (CN Foto), descartando entonces un local del Mercado Nacional de Ganados por considerar que era más incómodo y requería una inversión mayor para adecuarle al nuevo uso.

Según anunció el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, los Plenos tendrían como escenario la sala más grande del CN Foto, situada en la planta baja, y sólo hacía falta comprar el mobiliario. El regidor definió la antigua casona montañesa, cedida a la ciudad por el exalcalde José Manuel Rotella, como un inmueble con «muchos servicios», como el aparcamiento, a la par que resultaba «más cómodo para la gente». Sin embargo, la decisión quedó paralizada por los reparos que pone el técnico municipal de Cultura. El funcionario cree que las sesiones plenarias alterarían de forma significativa los horarios del CNFoto y pondrían en peligro las exposiciones que allí se realizan (pintura, escultura, fotografía...).

La última alternativa que se baraja en los últimos meses es una sala del semisótano del Teatro Municipal Cocha Espina, conocida como 'Ambigú', una opción que se perfilaba como la más viable para celebrar allí los Plenos hasta que, de nuevo, el técnico de Cultura emitió un informe desfavorable. Según él, la actividad del Concha Espina es incompatible con la celebración de las sesiones plenarias de la Corporación, y además sería necesario mejorar los baños y el acceso a la sala, que se viene utilizando, entre otras cosas, como local de ensayos y para los espectáculos para bebés del Festival de Invierno.

Miembros del equipo de gobierno creen que las carencias de esta sala, de unos 160 metros cuadrados, son superables. Entienden que la actividad del Concha Espina apenas se vería alterada, salvo en momentos puntuales en verano, porque las sesiones plenarias se suelen celebrar los martes o jueves de fin de mes, días en los que el teatro suele estar cerrado. Además, consideran que no habría problema en cambiar de fecha un Pleno si es necesario. Tampoco ven difícil controlar el acceso al inmueble municipal durante las sesiones plenarias.

En cumplimiento del acuerdo de investidura al que llegaron socialistas y regionalistas con un grupo de la oposición (ACPT), y con el fin de actuar con una mayor transparencia, los Plenos de esta legislatura se celebran por la tarde en lugar de a última hora de la mañana. También son retransmitidos en directo por la televisión local (Vegavisión) e incluso se instaló una pantalla en el vestíbulo, a pesar de la escasa respuesta del público.