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El último encuentro celebrado entre el Ayuntamiento de Torrelavega y la Comisión de Fiestas de la ciudad ha terminado con un principio de acuerdo que puede poner fin al bloqueo que sufren los festejos en los pueblos y barrios de la capital del Besaya. En virtud de este pacto incipiente, el Consistorio «se compromete a realizar un esfuerzo en la vía parlamentaria para trabajar en la modificación de la Ley de Espectáculos del Gobierno de Cantabria», según han confirmado el Ayuntamiento y la propia comisión en un comunicado conjunto en el que también explican que el cambio «se gestionará a través de la Ley de Simplificación Administrativa» y que tendrá una meta clara: «Atender los aspectos de la normativa que dificultan de forma significativa la organización de fiestas populares»; un problema enquistado en el municipio que ha traído de cabeza al equipo de gobierno PRC-PSOE y que, de paso, ha sido una de las críticas estrella del PP en el balance del año 2024.
La primera consecuencia en positivo de este pacto es que la fiesta con la que se estrena el año en Torrelavega, la de San Blas, podrá programarse «sin inconvenientes» y, de hecho, sus actos se darán a conocer «en los próximos días».
El preacuerdo se ha fraguado en una reunión entre el alcalde de Torrelavega, el regionalista Javier López Estrada, y los representantes de la Comisión de Fiestas, en una asamblea celebrada el pasado viernes por las distintas agrupaciones de festejos del municipio. Si nada cambia, esta misma semana se formalizará el pacto en una reunión en la que participarán López Estrada; el concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, y la concejala de Festejos, Patricia Portilla.
Por otro lado, el acuerdo llega pocos días después de las críticas a la cabalgata de Reyes de Torrelavega –descrita como «cutre» o «justita» por la ciudadanía– y después de que muchos enclaves de la capital dieran plantón a los festejos navideños.
En numerosas ocasiones, las agrupaciones vecinales se han declarado cansadas y ahogadas por las restricciones a las que les somete la Administración cuando quieren poner en marcha un festejo. Tal y como recogió El Diario Montañés, hasta una docena de asociaciones se plantaron en octubre en protesta por las trabas burocráticas que han encontrado para poner en pie sus fiestas populares. Las quejas han sido constantes y han llegado desde Ganzo, Tanos, el Barrio Covadonga, Campuzano, Torres, Barreda, San Ramón, Nueva Ciudad o Viérnoles. «No vamos a realizar ninguna actividad navideña. Esto incluye cotillones, cabalgatas, actos infantiles, etc.», aseguraban hace unos días las Comisiones de Fiestas, Agrupaciones y Asociaciones Culturales de Torrelavega. «Si hubiera habido voluntad por parte del equipo de gobierno, las cabalgatas que se han suspendido se podrían haber celebrado», apostillaba poco después el líder de la oposición y portavoz del PP, Miguel Ángel Vargas.
El Ayuntamiento se ha mantenido abierto al diálogo. Para calmar las aguas y reconducir la situación, propuso hace tres meses crear una mesa de trabajo para entrar en materia y encontrar una solución a un asunto que, con este preacuerdo, parece que se desatasca.
El pacto alcanzado también recoge que el Consistorio apoyará a las agrupaciones de fiestas con la cesión de materiales «esenciales», esto es, botiquines, extintores o baños portátiles, y siempre con el objetivo «de facilitar el cumplimiento de los requisitos legales y garantizar la seguridad en los eventos».
«Con este compromiso conjunto reafirmamos nuestra voluntad de apoyar las tradiciones y eventos que hacen de Torrelavega una ciudad viva y participativa, garantizando a la vez la seguridad y el cumplimiento de la normativa vigente», zanjan el Ayuntamiento y las comisiones de fiestas en el comunicado conjunto.
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