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Seis habitaciones de tres plantas diferentes del Hospital Comarcal Sierrallana han sido clausuradas tras detectarse un brote de legionela que, según el Servicio Cántabro de Salud, no tiene nada que ver con las obras de construcción del nuevo edificio de consultas. Los trabajadores del hospital ... señalan que las habitaciones se han cerrado después de comprobar que los niveles de legionela superan lo permitido y para evitar contagios se ha optado por clausurar esos espacios desde los que se puede propagar la infección.
El hospital comarcal ha activado un protocolo de prevención para proteger a pacientes y trabajadores tras la detección de unos niveles más altos de lo habitual de la bacteria legionela. Fuentes del Servicio Cántabro de Salud explican que la colonización por legionela en un hospital es «un riesgo permanente» ya que están considerados como instalaciones de mayor riesgo en el Real Decreto que regula la prevención y control de este germen y apunta que la colonización por legionela en este tipo de instalaciones se produce a través de la red de agua caliente sanitaria. En este sentido, agrega que el análisis de la colonización detectada en el Hospital Sierrallana no permite establecer una relación causa-efecto con las obras que se realizan actualmente en el centro, dado que el aporte de agua a las nuevas instalaciones se realiza de forma independiente a las instalaciones existentes en el hospital actual.
Cantabria alcanzó en 2017 el nivel máximo de legionela de la serie histórica, con un total de 55 afectados (entre ellos dos muertos), y el «brote más importante», localizado en el Balneario de Liérganes entre agosto y septiembre. En Cantabria, hay que remontarse hasta 2009 para encontrar el balance más parecido, «aunque entonces el máximo fue de 49 afectados». En comparación con el año anterior, los contagios por legionela, que cabe recordar que no se producen entre personas, sino por inhalación de agua contaminada, suponen casi el doble, y se multiplican por tres en relación a los detectados en 2015 (19). La legionela afecta sobre todo a pacientes con patologías respiratorias. «El 76% eran mayores de 60 años. Es una enfermedad que suele ser inexistente en gente joven, aunque en 2017 es cierto que hubo dos casos en personas de 37 y 39 años», señala Luis Viloria, jefe de Vigilancia Epidemiológica de Salud Pública. Del total de infecciones, 49 tuvieron que ser hospitalizados. La legionela provoca una neumonía atípica, que se percibe de forma clara en las imágenes radiológicas.
En cuanto a las medidas adoptadas, el Servicio Cántabro de Salud indica que tras la detección en una habitación se ha procedido al cierre preventivo de las habitaciones que comparten el mismo montante de la red de distribución de agua (en horizontal y vertical), en concreto dos habitaciones en cada una de las tres plantas del edificio, y a realizar un procedimiento de limpieza y desinfección exhaustiva que abarca a toda la red de agua del centro sanitario. Los empleados reconocen que se están llevando a cabo los análisis correspondientes y califican el hecho como algo que en principio no debería de tener trascendencia, ya que la bacteria se encuentra normalmente en el agua. Alejan además cualquier tipo de alarma social y destacan que la posibilidad de que se haya producido cualquier contagio es minúscula. No obstante, reconocen que esta semana se llevarán a cabo nuevos análisis para evitar cualquier riesgo e insisten en que la clausura de las habitaciones forma parte del protocolo que han activado, una medida que se considera normal y sirve para controlar los niveles de la bacteria.
Asimismo, el personal del hospital recuerda que en el último mes la dirección del centro se ha visto obligada a cerrar durante diez días la zona de la Unidad de Digestivo por la aparición de hongos, y que según dicen también se debe a las obras del nuevo edificio. El nuevo área de endoscopia digestiva del Hospital Sierrallana se inauguró hace un año y la actuación ha supuesto una inversión de 1,5 millones de euros, que se reparten entre los 850.000 euros empleados en la obra civil y los 450.000 en equipamiento más 210.000 para contratación de personal.
En cuanto a la legionela es un tipo de bacteria que se encuentra naturalmente en los ambientes de agua fresca, como los lagos y los arroyos. Se puede convertir en una preocupación de salud cuando se multiplica y propaga en los sistemas de agua artificiales de los edificios, por ejemplo en el cabezal de la ducha y los grifos del lavamanos; las torres de enfriamiento (estructuras que contienen agua y un ventilador como parte del sistema centralizado de enfriamiento de aire de un edificio o proceso industrial); las bañeras de hidromasaje que no se vacían después de cada uso; las fuentes y accesorios decorativos con agua; los tanques de agua caliente y calentadores de agua; los sistemas grandes de cañerías; mientras que los sistemas de aire acondicionado de los automóviles y de las casas no usan agua para enfriar el aire, por lo tanto, no presentan un riesgo de multiplicación de la legionela.
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