Casquillos de bala, coches inmovilizados y una investigación que sigue en marcha en Torrelavega

Aunque el operativo especial desplegado por la Policía Nacional en colaboración con la Local y también la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se cobró detenciones en las primeras 24 horas, todas el sábado día 2, los agentes siguen trabajando en el caso e intensificando su presencia en ambas zonas, 'puntos calientes' de una ciudad «demasiado acostumbrada» a los enfrentamientos violentos entre algunas «familias conocidas», como las definen los agentes que trabajan en la capital del Besaya.

También el Ayuntamiento está volcado en poner coto a los autores con los medios a su alcance. Esta semana, la Policía Local ha inmovilizado varios vehículos estacionados en el barrio El Hoyo de Campuzano, coches que «carecen de seguro» o, como añaden fuentes municipales, «utilizan la vía pública como un taller». Tan es así que, este pasado jueves, el Consistorio ordenó la limpieza de la zona y su desratización a través de los Servicios de Salud Pública y de Limpieza, con acompañamiento incluso de los agentes del cuerpo local de Policía.

Estas son las vías administrativas y jurídicas que ha puesto en marcha en los últimos días el Ayuntamiento de Torrelavega. La preocupación también ha llegado aquí, al seno de la Administración y la Corporación municipal, empezando por el alcalde, Javier López Estrada, y pasando por el conjunto de la oposición. Era casi inevitable que, el pasado martes, durante el Pleno, la inquietud por los tiroteos se colara en el debate. Fue durante el turno de ruegos y preguntas, cuando el líder del PP, Miguel Ángel Vargas, le preguntó por las medidas a tomar. López Estrada, que ya había manifestado su condena y una petición de «mayor compromiso» a las fuerzas de seguridad, aprovechó para apelar a la unidad y colaboración para erradicar conductas que, dijo, «no podemos permitir».

El regidor no ha ocultado un punto de indignación e incomprensión en las últimas horas, tras quedar en libertad los dos detenidos en esta operación. «Ni yo ni ninguno de los torrelaveguenses podemos entender que una persona detenida la semana pasada por disparar a otra hoy esté en libertad». También aportaba una posible solución: «Hay que utilizar todos los mecanismos de la Ley, juzgarlos como una organización criminal». La definición la comparten no pocos vecinos que viven cerca de los llamados 'puntos negros' de la ciudad. De hecho, en el pasado ya habían solicitado el aumento de efectivos y otras medidas en varias ocasiones.

La sensación entre muchos de ellos es que llueve sobre mojado. El doble tiroteo del fin de semana pasado llegó apenas cuatro meses después de un suceso similar en el Barrio Covadonga, aquella vez sin heridos y con otro detenido -que también quedó en libertad-. Siempre que ocurre algo así, el alcalde se apoya en los datos para recordar que Torrelavega, pese a todo, «es una ciudad segura». Y esa afirmación la mantiene hoy. De hecho, recuerda que la capital del Besaya «tiene un índice de criminalidad más bajo que el de Santander».