Secciones
Servicios
Destacamos
Desde que se convirtió en una ciudad partida en dos cada veinte minutos hace más de 120 años, Torrelavega ha ido recopilando un historial variado de cifras, balances y rutinas relacionadas con la actividad ferroviaria. Precios, rutas, pasajeros, averías, tiempos de llegada… De todo. Muchos ... de esos datos van a verse absolutamente afectados durante al menos cuatro años, entre 2025 y 2029, con el inicio de las obras del soterramiento y, sobre todo, la circulación de los trenes por el nuevo desvío provisional, desde la rotonda de La Inmobiliaria hasta el entorno de La Lechera. Una vez construido ese itinerario por todo el anillo norte, a finales de 2024, los convoyes no volverán a pasar por el centro jamás, no hasta que lo hagan por una vía enterrada bajo el casco urbano. Eso significa que la estación Torrelavega-Centro, la más empleada por los ciudadanos que suben y bajan en la capital del Besaya, desaparecerá del mapa de Cercanías durante casi un lustro. En todo ese tiempo, la ausencia de la terminal principal afectará a cerca de 1.600 pasajeros al día. Esa es la cantidad media de viajeros que, en los últimos seis años y con la pandemia mediante, se vienen apeando y embarcando en un vagón desde la estación principal de FEVE en la ciudad, a la luz del histórico oficial de datos de Renfe.
492.000 pasajeros
han utilizado la estación de tren del centro de Torrelavega únicamente en lo que va de año; en los últimos seis, la media es de 588.066.
15 minutos
de frecuencia promete Adif en los autobuses que llevarán al centro desde Barreda y Puente San Miguel.
La tabla adjunta a esta información, que distingue subidas y bajadas –con cifras que no coinciden porque los usuarios no tienen necesariamente por qué volver en tren–, arroja un total de 492.000 viajes solo en 2023, a más de dos meses de finalizar el año. Es un dato parcial, pero parece que se asoma sin problema a los datos previos a la crisis sanitaria. Aplicando una regla de tres sencilla para proyectar un dato de todo este curso, la estación del centro, esa que va a desaparecer en unos catorce meses, puede cosechar un balance de usuarios superior a 600.000 personas. A lo largo del día, este año y los anteriores, ese trajín se viene dispersando en 118 frecuencias diferentes. La inmensa mayoría de estos corresponde a los Cercanías (110), aunque también pasan por el centro otros convoyes: los de la línea regional (Santander-Oviedo), cuatro en total; los de mercancías, otros cuatro; y también los de larga distancia, como el Transcantábrico, que opera entre abril y octubre con un convoy por sentido cada quince días.
Ninguno de estos trenes pasará por la estación de la Avenida de Menéndez Pelayo entre 2025 y 2029. Tampoco por el apeadero Torres-Ganzo y menos aún por el Bulevar Altamira, que desaparecerá para siempre una vez el tráfico ferroviario se desvíe por el arco norte. La única posibilidad de subir o bajar del tren en Torrelavega será Barreda. Su estación, igual que la de Puente San Miguel, estará unida al centro de la ciudad del Besaya con autobuses cada 15 minutos, según promete Adif. En lo que respecta a FEVE, cualquiera que salga o llegue al centro de Torrelavega lo tendrá que hacer en ese autobús.
Ningún tren circulará por el centro durante al menos cuatro años, una vez la vía auxiliar entre en servicio
La terminal de Barreda será la única de la ciudad que se mantendrá activa durante el soterramiento
La capacidad de la estación barredense de absorber esa carga es incierta yno se sabrá lo bien o mal que la soporta hasta que se quede sola en esta isla ferroviaria. Sobre esta terminal cabe recordar dos cosas: la primera –y siempre ha sido un peligro–, que a los viajeros no les queda más remedio que cruzar las vías cuando van a Santander; y la segunda, que los autobuses de Adif circularán precisamente por una de las carreteras que más tráfico soporta de todo el municipio: la Avenida de Solvay –hasta 22.000 vehículos diarios, según datos municipales–. Esa densidad de coches se verá agravada por el cierre del puente de Aspla hacia Pablo Garnica, cortado a cal y canto durante cuatro años debido a la vía auxiliar. El Ayuntamiento de Torrelavega y el Gobierno de Cantabria confían en tener terminada la carretera Viveda-Barreda en 2025 y aliviar ese cauce; de lo contrario, el perjuicio puede ser devastador.
Una flota de autobuses en las estaciones de Barreda y Puente San Miguel llevará a los pasajeros al centro
El apeadero del Bulevar Altamira no sobrevivirá a la integración ferroviaria y se eliminará para siempre
Los cuatro años de obras entre Pablo Garnica y el Paseo del Niño acarrean un paquete de trastornos tan trascendental como el propio anhelo del soterramiento. La eliminación de la estación del centro es un inconveniente para esos 1.600 viajeros diarios, pero también puede suponer una estocada clave para el circuito de Cercanías, aquejado ya de infinidad de problemas y el descontento de sus usuarios. ¿Cuántas personas que cogen el tren en el centro de Torrelavega a día de hoy van a seguir haciéndolo a pesar de todos estos trastornos? Supongamos que un cuarto de ellos renuncia a las soluciones que propone Adif y se pasa al autobús. Son 150.000 personas cada año.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.