«Tiene que ser el ciudadano el que tire hacia adelante»

-¿Cómo acoge este nuevo galardón?

-Cuando me llamaron para comunicármelo me quedé un poco sorprendido, porque los premiados suelen estar relacionados con otros sectores, especialmente la cultura. A los empresarios nos toca pocas veces, así que estoy agradecido y creo que este reconocimiento es bueno para el prestigio de las empresas, que siempre estamos socialmente un poco en la picota. También es bueno para la propia Torrelavega, que está un poco alicaída.

-Usted es salmantino. ¿Cómo surgió lo de establecerse en Torrelavega y por qué?

-Empecé a trabajar en una empresa en el País Vasco en 1973 y me envió aquí de delegado. En aquellos años surgieron unos problemas tremendos en la economía. Me acuerdo que el precio del petróleo se multiplicó por tres o por cuatro por una guerra entre Israel y países árabes. Fue una crisis tremenda y la empresa cerró. Como ya habíamos empezado la actividad en la construcción, una obra del Ayuntamiento en la calle El Cotero, decidimos crear nuestra propia empresa.

-De una máquina y cuatro obreros han pasado a crear un grupo empresarial que trabaja también fuera de España. ¿Cómo se consigue eso?

-Cuando crecimos y obtuvimos buenos resultados, decidimos reinvertir los beneficios y diversificar. En muchas empresas lo que hacen es repartirse los beneficios entre los accionistas, pero nosotros hemos hecho todo lo contrario. Hemos ido creando otras empresas, como el hotel, los gimnasios, la planta de hormigón...

-Supongo que otra de las claves es trabajar mucho.

-Sí, sin duda. Yo sigo haciendo lo que hacía al principio. Llego al trabajo a las ocho de la mañana y salgo cuando termine, a las nueve o diez de la noche, lo que toque. Sería bueno tener más tiempo libre, pero aquí o estás a tope o mejor no estás.

-¿La empresa sigue siendo familiar pese a su gran crecimiento?

-Sí, seguimos los mismos socios. En el consejo de administración están mis dos hijas y familia de mi mujer. Eso sí, aquí ya hay muchos profesionales trabajando, son 340 en plantilla, y cada empresa tiene su dirección.

-¿Cuántas empresas integran ahora el grupo?

-Son ocho y se reparten en sectores como la construcción, el turismo, el deporte o la logística sanitaria. En la ciudad marroquí de Tánger tenemos una delegación de SIEC.

-¿Qué proyectos de futuro tiene?

-No vamos a crecer internacionalmente, vamos a trabajar más en España. A veces los clientes nos llevan por Madrid, Almería... Salir de España con nuestra dimensión es muy complicado.

-¿Cómo ve el futuro de Torrelavega y su comarca?

-Mucha gente piensa que las administraciones públicas, los gobiernos, van a solucionar sus problemas y eso es un error. Tiene que ser el propio ciudadano, sobre todo el emprendedor, el que tire hacia adelante. El empleo le crean las empresas, que son el pilar fundamental del estado del bienestar. Si no hay trabajo, todo falla.

-Pero las estadísticas señalan que la mayor parte de los jóvenes quieren ser funcionarios...

-La gente se ha quedado un poco esperando a ver lo que pasa, pero hay que lanzarse. Si nos quedamos solo en lamentaciones, no vamos a salir del atolladero. Además, el empleo que creamos nosotros es de calidad.

-¿A qué dedica el poco tiempo libre que tiene?

-Solo tengo libre el fin de semana y le dedico a jugar al golf, ir al cine, dar paseos y poco más.

-¿Piensa en la retirada?

-No, no me veo jubilado. Mis valores chocan un poco con los de la sociedad actual. Mi cultura es la del esfuerzo. ¿A qué me iba a dedicar yo si me jubilo? Además, se nota cuando dejas de tirar del carro.

-Algún deseo para finalizar...

-Dos: que las empresas consigamos encontrar trabajadores mejor formados y que las administraciones trabajen con más agilidad.