Comienza la restauración ambiental de la antigua mina de barita del Dobra

La superficie a restaurar es de 7,2 hectáreas, aunque el espacio total que recuperará finalmente la Junta Vecinal de Viérnoles, propietaria de los terrenos, es de 19 hectáreas, una superficie que tiene previsto destinar a parque público, según ha anunciado a este periódico el alcalde pedáneo, Eduardo Trueba. La Junta Vecinal también se hará cargo de las dos edificaciones que quedarán en pie, una nave y las antiguas oficinas. Según Trueba, la restauración medioambiental concluirá con la plantación de miles de árboles, tarea para la que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Torrelavega. «Será un parque con acceso peatonal y ciclista, en el que la gente pueda disfrutar paseando, haciendo deporte o una barbacoa», concluye el presidente de la Junta Vecinal.

El entonces concejal de Urbanismo de Torrelavega, José Otto Oyarbide, dijo el pasado mes de mayo que el equipo de gobierno había tenido como uno de los principales objetivos en los últimos años que no hubiese más canteras en el Dobra y desarrolló varias líneas de actuación para proteger el monte.

Concretamente, LafargeHolcim España era titular de las concesiones de explotación 'Nieves' y 'Nieves II', situadas en los términos municipales de Torrelavega y San Felices de Buelna, respectivamente. Tras la declaración de caducidad de las mismas, se requirió a la empresa la presentación de la memoria para el abandono definitivo de la mina en cumplimiento de las exigencias establecidas en el aspecto ambiental y también de seguridad.

Ambas concesiones, junto con sus demasías, son colindantes y en ellas desarrolló un proyecto integral para la extracción, procesado y distribución de material barítico, así como piedra caliza como subproducto. La cantera se encuentra sobre una zona de contacto de diferentes materiales, areniscas triásicas y calizas carboníferas, con comportamientos desiguales. Sobre el contacto de estas dos formaciones existe un ecosistema diferenciado, un macizo kárstico con restos de encinar con especies subarbustivas, y por otro lado domina la plantación de eucaliptos.

A través de la implementación de la memoria de abandono se ejecutan los trabajos del plan de restauración vigente, con adaptación actual y ampliando las medidas de seguridad y el abandono definitivo de la actividad, dando cumplimiento a los requisitos del Real Decreto 975, de junio de 2009, sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas y de protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades mineras.

Desarrollando el plan de restauración aprobado en 2004, las obras que se están realizando tienen varios objetivos: disminuir la alteración de la topografía, dificultar la erosión, aminorar el impacto paisajístico, facilitar la revegetación, aumentar la biodiversidad, reforzar las funciones ecológicas propias de ecosistemas naturales de la región biogeográfica y dotar al espacio de elementos de interpretación del medio natural y educación ambiental.

La mina se encuentra cerrada desde hace varios años. Entre sus instalaciones, cabe destacar una nave principal, una oficina y antiguas construcciones aisladas. Entre las instalaciones fijas, hay una planta de tratamiento compuesta por machacadora, tromel, molino, criba, tolvas y cintas transportadoras. En el entorno se encuentran acopios dispersos de gravas (material tratado) de escasa envergadura, que serán utilizados en el relleno parcial de los frentes.

En la zona afectada por la explotación también existe una casa, un emplazamiento para bomba de agua, oficinas, muretes de hormigón, losa de hormigón soporte de la planta, silo de alimentación, losa asfáltica y balsa de decantación. Por petición de la Junta Vecinal de Viérnoles, la empresa mantendrá en pie la nave y la oficina. El resto de edificaciones e infraestructuras serán demolidas o retiradas.

Además de las instalaciones descritas anteriormente, la explotación integra dos unidades diferenciadas que son resultado de los trabajos: los frentes mineros y la zona de acopio de minerales. Respecto a los primeros, hay que destacar que son cinco. Al encontrarse la explotación inactiva, la vegetación ha ido colonizando algunos de ellos e incrementando su estabilidad en comparación con aquellos que han quedado desnudos. En relación con la zona de acopio de materiales, destaca que se encuentra cerca de los principales frentes a restaurar, por lo que será utilizada como principal material de préstamo en la restauración morfológica de los mismos. Se compone de materiales de desmonte y está bastante consolidada. Con esta medida, se alcanza la integración paisajística y se obtiene material para tratar los frentes.