Concluye la reforma integral de las calles Calderón de la Barca y Agustín Riancho

Tanto el alcalde, Javier López Estrada, como el concejal del área, José Luis Urraca, subrayaron durante una reciente visita a la obra que el objetivo del equipo de gobierno (PRC-PSOE) con estas actuaciones en los barrios y pueblos del municipio es «hacer una ciudad más cómoda, más segura, más habitable y más accesible». Además, destacaron que con la instalación de nueva iluminación LED se consigue una ciudad «más sostenible» y se logra una mayor «eficiencia energética».

Ambos explicaron que se trata de una actuación «integral» y un «compromiso» con los vecinos de la zona, que se suma a los proyectos «transformadores» realizados en el barrio la pasada legislatura. Entre estos últimos, López Estrada y Urraca citaron la urbanización de las calles Paseo del Niño y José Gutiérrez Alonso, y los trabajos que se están ejecutando en estos momentos, como el nuevo Hogar del Transeúnte, la transformación de La Lechera en un centro cultural o las obras previas al soterramiento de las vías del tren.

La inversión en Calderón de la Barca (190 metros de longitud) y una de sus transversales, Agustín Riancho (40), tiene como objetivo principal mejorar la seguridad vial en la zona y generar unos itinerarios peatonales más accesibles. Para ello se han construido aceras en ambas márgenes con anchura suficiente para cumplir con la normativa vigente, a la vez que la calzada mantiene el doble sentido de la circulación, con una anchura suficiente para permitir el cruce de dos vehículos en condiciones de seguridad.

Igualmente, se han mantenido la mayor parte de los aparcamientos en línea debido a la escasez de zonas de estacionamiento y se han actualizado los pavimentos y los servicios básicos (abastecimiento de agua, saneamiento, alumbrado, telecomunicaciones...). El proyecto de ejecución planteaba, como criterio general, una calzada de 5,5 metros de anchura, con dos carriles de 2,75, dejando para los aparcamientos franjas de 1,90 y aceras a ambos lados con una anchura mayor o igual a 1,80 metros.

Durante medio año, los vecinos del barrio tuvieron que soportar las lógicas molestias: ruidos, polvo, cortes de tráfico, falta de aparcamiento... Lo hicieron con resignación y confiados en que este otoño ya podrían disfrutar de las ventajas de otros dos viales renovados después de muchos años de espera.

Además, también se han iniciado las obras previas al soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad, una reivindicación histórica de los residentes en el Paseo del Niño. Concretamente, han comenzado los trabajos para reponer los servicios de agua y saneamiento afectados por la próxima construcción de la vía por la que circularán los trenes mientras se realiza el falso túnel del ansiado proyecto de integración ferroviaria.