El contrato del Torrebús apura su última prórroga antes de salir de nuevo a licitación

Debido a la complejidad de ese trabajo, la Corporación acordó en 2023 prolongar un año más el actual convenio. Para los técnicos está siendo difícil emitir los informes previos a la licitación, dado que el Torrebús está inmerso en el proceso de comarcalización y se están demorando decisiones políticas sobre el tipo de servicio que se quiere prestar o el modelo a implantar.

El convenio para la gestión del transporte urbano fue formalizado con la UTE Transitia/Pavigón en diciembre de 2010 y varios años después fue cedido a la compañía Transportes Urbanos de Cantabria, perteneciente al Grupo Alsa. La prestación del servicio se inició en octubre de 2011, con un plazo de ejecución de ocho años, que fue prorrogado cuatro más en 2019.

La edil del área reconoce que los plazos para realizar la nueva licitación están «justos», aunque «bien es sabido que si no llegamos a tiempo el servicio continuará aunque el contrato haya terminado». Tazón tiene claro que en la nueva etapa se debe avanzar en la comarcalización del transporte urbano y en la mejora de «recorridos y frecuencias». En ese sentido, destaca la «parte» que le toca al Gobierno de Cantabria, dado que se deben unificar con el Torrebús «las líneas regionales» y también el importe de los billetes y la forma de pago de los mismos.

Averías frecuentes, ruido, contaminación, malestar de los usuarios y los conductores... La flota de autobuses no da para más y también debe ser renovada. La mayoría de los trece autocares supera los 800.000 kilómetros después de doce años de servicio. La concejala de Movilidad recuerda que fue en 2011 cuando se compraron los autobuses, Iveco, que aún circulan por las calles y carreteras del municipio prestando dos servicios: el transporte urbano y el escolar.

Otro hecho relevante es la necesidad de mejorar recorridos y frecuencias. El Torrebús se encuentra en pleno proceso de comarcalización, pero su llegada a municipios limítrofes sin contar con más recursos no le está sentando nada bien. El transporte urbano de Torrelavega había perdido el pasado mes de abril el 10% de sus pasajeros diarios (322) después del cambio de rutas que se realizó el 23 de diciembre, para ampliar su servicio en el municipio de Polanco y empezar a prestarlo en el de Cartes.

Entonces se decidió partir en dos la Línea 2 (Viérnoles-Polanco), la que tenía más usuarios, pasando este recorrido a unir Polanco y Nueva Ciudad, mientras se creaba uno nuevo, la Línea 4, que enlaza Cartes y la Avenida de España. Estas modificaciones conllevaron desajustes horarios, pérdida de frecuencias y no pocas protestas de los usuarios.

Por otra parte, cabe resaltar que la comisión informativa que preside Tazón aprobó inicialmente el pasado miércoles, con la abstención de los grupos de la oposición, el reglamento regulador del servicio. Según la edil, se trata de unas directrices básicas para conocer los derechos y deberes del usuario, un documento «muy necesario» del que, sin embargo, carecía el Torrebús.

Además de establecer los derechos y deberes de los viajeros, el reglamento regula las relaciones entre estos y la empresa adjudicataria, así como algunos aspectos de los vínculos entre los usuarios y el Ayuntamiento. En todo caso, se garantiza la accesibilidad universal, la normalización y autonomía personal en el acceso y utilización del transporte público para todos los viajeros, incluidas las personas con diversidad funcional.