Cultura afirma que el nuevo Plan General no garantiza la protección del patrimonio

La Consejería de Cultura ha emitido un informe en el que señala que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Torrelavega no garantiza la protección y conservación del patrimonio cultural del municipio, y ha pedido al Ayuntamiento que subsane diversas deficiencias para que el documento se ajuste a las condiciones y requisitos exigidos por la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria. Se trata de un nuevo revés en la tramitación del nuevo planeamiento urbanístico de la capital del Besaya, que fue aprobado inicialmente en 2019 y acumula más de una década de retraso.

El Consistorio remitió el expediente a la Dirección General de Patrimonio Cultural, que ha informado «desfavorablemente» el documento, dado que hay que solventar diversas «observaciones» para que se adapte a la referida Ley. En primer lugar, pide al Ayuntamiento que se incluya en el nuevo PGOU el listado de los Bienes Inmuebles del Patrimonio Cultural de Cantabria y sus entornos localizados en Torrelavega. También solicita que se añada la ficha de la Casa Feliciano Velarde y se identifique en los planos de clasificación, calificación y afecciones. Igualmente, pide que se rectifiquen todos aquellos apartados del catálogo en los que se hace referencia al Camino de Besaya como Bien de Interés Cultural, dado que no está declarado como tal.

Otras «observaciones» de la Dirección General de Patrimonio Cultural se refieren a La Lechera, que se pretende convertir en un gran centro cultural: «Se debe completar el contenido de la ficha T-52 'Conjunto Industrial La Lechera Montañesa' incorporando su grado de protección -fue declarado Bien de Interés Cultural en 2020- y las intervenciones permitidas de cada una de las edificaciones del conjunto y permitir la ampliación tanto en el edificio aislado como en el adosado, siempre que se respeten los valores patrimoniales del bien».

También reclama al Ayuntamiento que incorpore en las fichas de los Bienes de Interés Cultural (BIC) y Bienes de Interés Local (BIL) que «las actuaciones permitidas en los bienes y su entorno cumplirán lo establecido en la Ley, y será preceptiva la autorización de la Consejería». Igualmente, pide que se indique en las fichas de los Bienes Catalogados que se encuentren dentro del entorno de protección de los BIC y BIL que «requieren de la autorización de la Consejería y las obras permitidas se ajustarán a los establecido en la Ley».

Otra indicación se refiere a la necesidad de incluir como requisito para la concesión de licencia de obras que afecten a los bienes protegidos o a sus entornos «la autorización de la Consejería». También pide que se incorporen los entornos de protección de los BIC y BIL a los planos de clasificación, calificación y afecciones, y «limitar y condicionar» el acceso a través del BIC Camino de Santiago de los vehículos a motor que sirven a edificaciones cuyos usos no se correspondan con los propios del suelo rústico en los tramos de carácter rural y definir el tipo de sección de cada uno de los diferentes tramos del Camino de Santiago. En este sentido, añade la necesidad de ampliar el entorno de protección de 30 metros en aquellos lugares en los que se vea afectada la estructura rural del conjunto, las características ambientales y la silueta paisajística, ya que «no se ha redactado ni aprobado el plan especial del Camino de Santiago».

El informe señala otras «observaciones» para garantizar la protección y conservación del patrimonio cultural de Torrelavega, como la necesidad de incluir el grado de conjunto industrial en las categorías de protección o atribuir a los elementos protegidos como conjunto industrial «un grado de protección contemplado en las categorías definidas». También reclama definir los criterios de catalogación que se han tenido en cuenta para la inclusión de los nuevos elementos protegidos en el catálogo, no incluidos en el Plan Especial de Protección y Catalogación del Patrimonio Arquitectónico del municipio.

Igualmente, solicita que se unifiquen los criterios de intervención en las ordenanzas, incluyendo en las mismas las particularidades contempladas en el catálogo y remitiendo a las mismas en los catálogos para evitar «incongruencias de redacción». Por último, Patrimonio Cultural pide al Ayuntamiento que elimine la posibilidad de apertura de buhardillas en las edificaciones y núcleos tradicionales, así como en el nivel de protección estructural, permitiendo el empleo de «ventanas de tejado».

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