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La Sociedad Deportiva Torrelavega es uno de los clubes más veteranos de la capital del Besaya. Acaba de cumplir 61 años y lo ha hecho finalizando una larga travesía de montaña de cuatro años que ha denominado ‘Transcantábrica’. La Sociedad Deportiva ha tenido diversas secciones a lo largo de su dilatada trayectoria, pero en la última década se ha centrado exclusivamente en la montaña (montañismo, senderismo y escalada).
Su calendario de actividades es amplio y diverso, aunque similar de un año para otro. Cuando finalice 2017, sus integrantes habrán realizado 35 actividades de montaña, con salidas por Cantabria y otras regiones españolas. Entre ellas han destacado por su número de participantes: la 43 edición de la Marcha Interprovincial con Vivac, más de cuatro décadas de travesías por los Picos de Europa; la séptima Maratón de Escalada en Silió, en la que una veintena de cordadas escalan vías durante siete días; y la Marcha Popular al Monte Dobra, que realiza en colaboración con el Ayuntamiento de Torrelavega para dar a conocer esa estupenda zona natural que tiene la ciudad.
Pero lo más significativo de este año es que la Sociedad Deportiva ha concluido la larga travesía de montaña ‘Transcantábrica’. «Al realizarse en plena naturaleza y no ser competitiva, no tiene la transcendencia de otros deportes, pero creemos que merece la pena que se conozcan las cosas buenas e interesantes que el montañismo realiza en nuestra comunidad autónoma, en concreto en Torrelavega», afirma el presidente del club, Armando Miguel Martín.
Armando recuerda que concluyeron la travesía el 15 de octubre en O Cebreiro (Lugo), después de ascender la última cumbre (Peña Rubia). Una larga, apasionante, exigente y selecta actividad de montañismo que comenzaron el 6 de abril de 2014 en Proaño (Campoo) ascendiendo la primera cumbre (Pico Liguardi). Desde tierras cántabras a Los Ancares, atravesando cumbres, collados, puertos: Piedrasluengas, San Glorio, Pandetrave, Pontón, Tarna, San Isidro, Vegarada, Piedrafita, Pajares, La Cubilla, Ventana, Farrapona, Somiedo, Leitariesgos, Cerredo...
Un recorrido de alto nivel deportivo realizado por las zonas más altas de la Cordillera Cantábrica, diseñado, casi en su totalidad, por los propios integrantes de la Sociedad Deportiva. Durante cuatro años, aprovechando los puentes festivos, han realizado 14 marchas o salidas, repartidas en 31 etapas. «Hemos caminado 461 kilómetros por Cantabria, Asturias, León y Galicia –explica el presidente–, siempre a través de terreno montañoso, sobre todo por sierras y cresterías, pues se trataba de realizar el recorrido, siempre que se pudiera, por las zonas más altas de la Cordillera Cantábrica».
Al final, los participantes coronaron 188 cumbres importantes y otras tantas menores. Entre subidas y bajadas, el desnivel acumulado en las piernas fue de 71.817 metros, lo que da una idea de la dureza del recorrido. Además, han dormido a la intemperie en modo vivac, con saco, esterilla y pequeñas tiendas de campaña, aunque siempre que tuvieron oportunidad lo hicieron en refugios, cabañas de pastores, invernales..., sobre todo cuando las noches, afortunadamente las menos, eran lluviosas, con nieve o frío. «Hemos padecido y disfrutado todo tipo de climatología, tanto adversa como acogedora», señala Armando.
Al final, el número de participantes en la ‘Transcantábrica’ fue de 148, entre montañeros y montañeras, siendo la media de 52 por salida. «Que se tenga constancia –añade el presidente–, ningún club de montañismo de Cantabria ha realizado esta larga travesía. Algunos clubes de otras regiones han realizado trayectos parciales por valles, pero nunca en su totalidad y menos cumbreando con grupos de medio centenar de compañeros».
En las últimas etapas, entre León y Galicia, les acompañaron miembros del club Peña Trevinca, de Vigo, hermanado con la Sociedad Deportiva, por lo que en algunas de las marchas el número de participantes llegó a ochenta. Afortunadamente, en estos cuatro años no han sufrido ninguna incidencia negativa o accidente digno de resaltar, lo que dice mucho tanto de la organización como de la preparación física y de la práctica del montañismo por parte de los participantes.
Finalizada la travesía, la Sociedad Deportiva dispone de una amplia información sobre el trayecto realizado: mapas, tracks, terrenos apropiados para el vivac, pistas aptas para vehículos de apoyo, refugios, albergues... Y miles de fotografías con las que ya ha hecho una primera proyección en su sede, el pabellón deportivo Vicente Trueba, actividad que tendrá continuidad en los próximos meses. «Ha sido una gran aventura que la mayoría de los participantes están dispuestos a repetir», concluye Armando.
La Sociedad Deportiva Torrelavega, uno de los clubes más veteranos y arraigados en la ciudad, celebró el año pasado su sesenta aniversario y lo hizo recordando su brillante y dilatada trayectoria. Entre los actos celebrados, destacó una exposición fotográfrica en la Sala Mauro Muriedas, con 50 imágenes que sirvieron de recorrido por la historia del club. Después de la muestra tuvo lugar la proyección de ‘Premonición. Los caprichos del Espigüete’, sobre la subida a la popular montaña palentina, y la presentación del libro ‘Sociedad Deportiva Torrelavega. Donde hay voluntad, hay camino’, una obra que narra la historia deportiva y social del club, que llegó a desarrollar 34 modalidades deportivas en los años ochenta. La Sociedad Deportiva se ocupó del boxeo, el ajedrez, el cross, el ciclismo.... Sembró la base de lo que hoy son las escuelas deportivas municipales. Ahora se ha especializado en montañismo, siendo uno de los referentes de esta disciplina en Cantabria con un completo programa de actividades. La Sociedad Deportiva sigue conquistando el futuro.
Fernando Carrasco, otro integrante del club, conoce bien lo que pasó en la ‘Transcantábrica’ porque fue el coordinador de la travesía y asegura que el balance ha sido «estupendo». Eso sí, reconoce que fue bastante complicado diseñar los recorridos porque, contrariamente a lo que ocurre en otras rutas, en la mayoría de las salidas los senderos no estaban señalizados. «Íbamos a recorrer la zona –explica– antes de hacer los recorridos, así que he hecho las rutas dos o tres veces».
Carrasco asegura que la salida más complicada fue la del macizo de Peña Ubiña, en León, por ser una de las zonas más montañeras, sin olvidar tampoco Somiedo, en Asturias, y Peña Prieta, en Cantabria, pero todas resultaron «gratificantes». «Hubo camaradería y atardeceres y amaneceres fantásticos, vistas que están muy bien», asegura. Ahora toca descansar durante «al menos un año», aunque «la gente ya está haciendo nuevas propuestas».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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