Se desploma la noria de Torrelavega durante su desmontaje

«Se escuchó un ruido enorme», relataban juntos clientes y trabajadores de uno de los establecimientos más cercanos al suceso, en El Zapatón. Su terraza al sol, la plaza y el entorno de la calle Augusto González Linares fueron, desde el mediodía, un mirador perfecto para ver lo que quedaba de esta noria gigante, acordonada rápidamente con un perímetro de seguridad por parte de los operarios de la empresa. Todo parecía estar controlado y así se lo hizo saber la compañía al concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega. Este, que también escuchó el gran estruendo desde su despacho en el edificio municipal de Baldomero Iglesias, tuvo a bien acercarse a la zona, hablar con los trabajadores y ofrecer la ayuda del Consistorio. Finalmente no fue necesario.

Mientras, la escena impresionaba y no invitaba a pasar cerca de ahí. La zona seguirá acordonada hasta que dos grúas encargadas por la empresa lleguen a la zona. Su misión: desarmar definitivamente todos estos hierros en condiciones de seguridad y poner fin a un suceso que, para entonces y tras cientos de fotografías tomadas por los curiosos, ya estará en casi todos los móviles y grupos de mensajería en Cantabria. Ya lo está desde este miércoles.

Al ver esas fotos, muchos no podían evitar recordar los minutos que habían pasado colgados de la noria hasta hacía unas horas, durante La Patrona. La ‘gran rueda’ de El Zapatón es una vieja conocida de Torrelavega y ha estado presente en varias de las últimas ediciones de las fiestas. Desde su montaje a su desarme total, esta atracción nunca dio problemas en todas estas visitas, según informaba este miércoles el concejal de Seguridad Ciudadana. De hecho, el edil calificó de positivo su rendimiento en estos últimos años, a nivel de visitantes.

El hecho de que todo quedara en una anécdota no resta importancia al sobresalto que se llevaron muchos vecinos este miércoles en Torrelavega. De lo peor ocurrió lo mejor, teniendo en cuenta que se trata de una noria de grandes dimensiones pegada a una de las calles más transitadas de Torrelavega y en el corazón del populoso barrio de El Zapatón. Cuatro horas después, con la noria todavía a la espera de la grúa y todavía muchos vecinos sacando fotografías con sus móviles, los hechos seguían siendo la comidilla de todos los comentarios en pleno centro de la ciudad. Este jueves, seguro, seguirá siéndolo.