El desvío del tren para el soterramiento obliga a talar medio centenar de árboles

Entre tanto, algunos de esos cerca cincuenta que delimitan la orilla del río en el norte de la ciudad ya están siendo sacrificados para cumplir el sueño del soterramiento. De gran porte o más pequeños, todos se interponen en los 1,4 kilómetros de vía auxiliar que plantea el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias a este lado de la ciudad. Acacias, cerezos, sauces, arces, alisos, avellanos, eucaliptos, higueras, magnolios, fresnos, laureles, aligustre, jacarandas, chopos....

Y la lista se alarga. El equipo de gobierno (PRC-PSOE) ha querido reducir el número de ejemplares caídos en la medida de lo posible y hace meses que empezó a trabajar con Adif para conseguirlo. Algunas talas son inevitables porque los árboles interponen en el camino de esta estructura y también por una cuestión de seguridad -están muy cerca-; otros pueden salvarse.

Es el caso de esos trece plátanos librados de la tala, pero también el de otros ejemplares de menor porte y que el Ayuntamiento -de la mano de Adif- quiere trasplantar de aquí a los próximos meses. También se ha trabajado con expertos en la materia. Según añaden fuentes municipales, el destino de los árboles ha sido consultado con especialistas para así conocer las posibilidades de sobrevivir de cada ejemplar después de esta tala.

La imagen de las máquinas arramplando con este erario verde, aunque anunciada, viene llamando la atención de los paseantes y vecinos que se acercan a la zona desde el martes. Llamando la atención y generando malestar. Fueron plantados hace varias décadas y tardarán otras tantas en recuperar ese porte, pero es la alternativa que los técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias han adoptado para construir este desvío provisional, el paso previo fundamental para que, supuestamente a mediados del año que viene, se ejecute el soterramiento.

La caída de los árboles es solo uno de los peajes que deberá pagar Torrelavega para cumplir ese sueño. La construcción de la vía auxiliar perturbará la imagen del arco norte por completo. Ya ha empezado a hacerlo. Adif tiene que levantar una estructura metálica de 4,7 millones capaz de reconducir el tráfico ferroviario durante mínimo cuatro años, siempre que las obras para enterrar las vías no se alarguen.

El desvío se llevará por delante aceras, rutinas y, como en este caso, la presencia de decenas de árboles que son incluso más viejos que el anhelo del soterramiento. Cabe recordar que el perímetro norte de Torrelavega y el Bulevar Ronda en general sirven como itinerario de paseo y ejercicio a cientos de vecinos todos los días. Esas rutinas también tienen los días contados.