Secciones
Servicios
Destacamos
La Policía Local de Torrelavega ha detenido a un hombre de 66 años por un delito de tenencia ilícita de armas, abandono de los dos accidentes que provocó momentos antes, negativa a identificarse y a someterse a las pruebas de alcohol y drogas, faltas de ... respeto a los agentes, tenencia de cocaína y conducir con la ITV caducada. El sujeto, interceptado en un bar tras provocar dos accidentes en la ciudad, poseía un revólver cargado y manifestó a los agentes que «iba a matar a uno para ajustar cuentas».
Todo empezó en pleno centro de la capital del Besaya, en la Avenida de España, y a últimas horas de la tarde. Los agentes recibieron una alerta por un accidente en esta arteria de la ciudad, pero pronto se darían cuenta de que estaban ante algo más que eso. El conductor que había colisionado -contra unos bolardos- no sólo se había fugado sino que había provocado un segundo accidente en la Avenida de Bilbao. Varios pivotes totalmente arrancados, en la Avenida de España; y dos turismos dañados, uno el del culpable y otro con una víctima herida en su interior que los bomberos ayudaron a excarcelar para su posterior traslado al hospital. ¿A dónde se le ocurrió ir al causante? A un bar de la zona, según relatan los agentes, que rápidamente lo interceptaron para proceder a su detención.
Los uniformados no toparon con un sujeto dialogante aquí. «El hombre, español, se encontraba agresivo y nada colaborador, negándose en varias ocasiones a identificarse y a realizar las pruebas de detección alcohólica y de drogas», como relatan. Durante su cacheo, le detectaron, además del revólver -del calibre 32 largo-, «ocho cartuchos, un cúter y 9 gramos de cocaína». Todo, desde las armas, la droga hasta el vehículo, fue intervenido e inmovilizado por el cuerpo municipal.
Todo no queda ahí. Tras su detención y traslado al hospital, el personaje siguió dando muestra de esa falta de colaboración. Por el camino, «pateó el vehículo policial»; y en el centro sanitario, fue necesario inyectarle un calmante pasada una hora. «No era posible atenderle por su agresividad», relatan los efectivos. Para hacerse una idea, y como añaden, incluso «mordió la mano» de un familiar que fue a visitarlo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.