La directora de la Alborada dice ante el juez que «nunca supe nada de vejaciones» en el centro

La directora de la residencia Alborada de Torrelavega, Begoña García, asegura que «nunca supe nada de la existencia de vejaciones» en el centro, tres de cuyas empleadas están siendo investigadas por presuntos tratos vejatorios a usuarios. Ayer, en el marco de las diligencias previas del proceso, canalizado a través del Juzgado de Instrucción Número 7, la máxima responsable de la Alborada, citada como investigada aunque sin serle imputado ningún delito, defendió la gestión de la residencia durante la supuesta comisión de estos hechos, acusaciones de las cuales, según aseguró, jamás tuvo noticia hasta que le fue comunicada la investigación por parte de la Fiscalía de Torrelavega -denuncia de las familias mediante-, a inicios de 2023.

En su declaración ante el magistrado, en la que respondió a todas las preguntas, la gerente hizo un relato de las medidas adoptadas desde entonces. Notificada la investigación, de forma «inmediata» y aún sin conocer el alcance de estos presuntos ilícitos ni su autoría, como recordó, la Alborada tomó la decisión de cambiar de ubicación a «todo el personal de la tercera planta» y «activar el protocolo de malos tratos». Tras dicha reacción, en abril y una vez formulada la denuncia en el juzgado -y conociendo así el detalle de su contenido-, la residencia decidió despedirlas de manera definitiva.

En la cita judicial de ayer no solo declaró la directora del centro sino también las tres auxiliares investigadas por estas presuntas vejaciones. En su declaración, en la que únicamente respondieron a preguntas de sus abogados, las extrabajadoras de la residencia no reconocieron su participación en dichos hechos.

Ha pasado más de medio año desde que fueron despedidas. Entre tanto, el juez sigue recabando testimonios, en el marco de las diligencias previas. El del personal y la directora sigue a otra comparecencia, la de las familias, el pasado 15 de mayo. En ella, los parientes de las supuestas víctimas reiteraron sus acusaciones sobre la «falta de vigilancia» y la «nula atención» que, según vienen diciendo, ha demostrando el centro concertado, en el que se atiende a unos 120 usuarios.

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