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Puede que María José Hernando y María Herrera, torrelaveguenses y «amigas de marcha», estuvieran atrás del todo, a la cola de la multitud que este domingo, frente al pabellón Vicente Trueba, apuraba los últimos segundos antes de inaugura la subida al Dobra, pero podrían estar ... a la cabeza y sus palabras perfectamente podrían valer para inspirar el pistoletazo. «Subir al Dobra es muy gratificante; se ve casi toda Cantabria. Tenemos que darlo a conocer», han coincidido ambas, con experiencia en el ascenso que celebra Torrelavega a estas alturas del año. Hace doce meses, la lluvia empañó esas vistas; este domingo, no pudieron ser mejores, permitiendo a los primerizos corroborar lo que sus amigos más duchos decían a la salida. Jorge Apezteguia, por ejemplo, ha subido una pila de veces y sabe de lo que habla: «Este pico es una referencia y hay que promocionarlo y aprovecharlo más». Como él, hasta 470 inscritos de distintas edades y llegados de todas partes han seguido ese mandato y han disfrutado de la subida, patrocinada por Bridgestone, la Sociedad Deportiva Torrelavega y el Ayuntamiento.
Ana Juárez, Regina Pernía y Iulia Vlad suelen hacer rutas, pero nunca habían participado en esta cita tradicional. Como el veranillo de San Miguel no ha faltado a la cita, no han podido elegir mejor día que este domingo para estrenarse. «Es una actividad muy positiva. Haces ejercicio y disfrutas de la naturaleza», han subrayado , casi con las mismas palabras que Noelia Rasillo, que también ha convencido a unos amigos para inaugurar el contador de la cuadrilla.
Tenían ocho kilómetros de trayecto por delante, una ruta cómoda y no competitiva desde las inmediaciones del Vicente Trueba hasta la cima –de unos 600 metros de altitud–. Cafecito gratuito antes de la salida, un par de palmadas para pegar bien el dorsal, mochila, camiseta del evento y todo listo. Cuadrillas, compañeros de trabajo, chavales, mayores, familias enteras... Hasta las mascotas se han acercado.
Eloísa Fernández y Jorge Barredo, de Reocín, apuraban los últimos instantes en familia y con amigos justo antes de la salida. «El Dobra está infravalorado. La gente debería visitarlo más», ha declarado ella, antes de bromear y asegurar que intentarían llegar a la cima. Estaban a cerca de una hora y media –más o menos– de conseguirlo. Prisa no había. En un ascenso como el de La Capía, no tanto una prueba competitiva sino una ruta familiar orientada a pasar un rato agradable, recaudar fondos por una buena causa y disfrutar de la naturaleza, lo importante es disfrutar de la jornada y comprobar las razones por las que el paisaje del Dobra es cada vez más pujante entre los amantes de la naturaleza.
El Ayuntamiento viene tratando de estimular esos motivos con diferentes proyectos en los últimos meses. Uno, quizá el más interesante para los senderistas, tiene que ver con la adecuación de las rutas del monte, hoy en día descuidadas; otro, aunque no necesariamente ligado a los caminantes, promete la creación de un circuito nacional de bicicleta de montaña en Río Cabo, con el Plan de Sostenibilidad Turística.
Entre tanto, este domingo, tras un 'pistoletazo de salida' al que han asistido diferentes miembros de la organización y el equipo de gobierno –incluido el concejal de Deportes, Nacho González–, los más de 470 participantes han salido charlando y disfrutando de la jornada. «¿Ves? Nos tendríamos que haber apuntado», le ha reprochado con gracia una señora a su marido, tras asistir al buen ambiente de la excursión.
Estaban avisados desde que el edil de Deportes definió la marcha como una oportunidad para descubrir uno de los lugares «más bonitos» del municipio, durante la rueda de prensa convocada a inicios de esta semana para anunciar el evento. Al acto asistieron Carlos Díez, director de calidad de la planta de Bridgestone en Puente San Miguel; José Ríos y Fernando Argos, de la directiva de la Sociedad Deportiva Torrelavega; así como Consuelo Gómez y Soraya González, de la Asociación de Familiares de Alzhéimer de Cantabria (AFA) Cantabria, beneficiaria de los fondos recaudados. Todos tuvieron palabras de reconocimiento a la labor de todas las entidades y su contribución al desarrollo de la cita.
Conocer y redescubrir uno de los espacios naturales más bonitos y carismáticos de la comarca del Besaya está bien; y si, con ello, se contribuye a ayudar en una buena causa, mucho mejor. Todos los fondos recaudados en la inscripción de los senderistas, a cinco euros por persona salvo para los menores de 15 años –gratuita– y las unidades familiares de tres o más personas mayores de 15 años, –cuatro euros– irán destinados a la Asociación de Familiares de Alzhéimer de Cantabria (AFA), entidad volcada desde 1993 en difundir información y prestar todo tipo de ayuda a los pacientes y familiares que sufren esta enfermedad.
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